¿Por qué las y los mexicanos trabajamos tanto? La historia probablemente es diferente según el sector y las condiciones socioeconómicas de cada persona. Habrá quienes necesitan complementar sus ingresos y por lo tanto combinan hasta dos o tres empleos para juntar el gasto de su hogar. Otras cumplen con las reglas implícitas de sus empleadores, aunque infrinjan la ley. Otras responden a la competencia del entorno laboral para conservar sus puestos o para “impresionar al jefe” y crecer en el organigrama.
Sea cual sea la razón, una cultura de trabajo excesiva afecta la salud de las personas colaboradoras y reduce la productividad de los negocios.
Malissa Clark, profesora de psicología organizacional e industrial de la Universidad de Georgia, en su libro más reciente Never Not Working describe las implicaciones de trabajar demasiado. En términos de salud, las personas que trabajan más tienen mayor probabilidad de sufrir accidentes cardiovasculares o trastornos depresivos y de ansiedad, además de tener al sistema inmune en constante alerta que provoca otras enfermedades.
En términos económicos, Clark cita al economista John Pencavel de la Universidad de Stanford quien ha probado que las largas horas de trabajo tienen rendimientos decrecientes. Esta es una forma técnica de decir que después de cierta duración, añadir más horas a la jornada laboral reduce lo que puede producir una persona.
Se oye muy frío, pero sin considerar las dimensiones personales, ni una persona enferma ni una persona agotada le sirve al negocio. ¡Esto tiene que cambiar!
Desde hace meses hay una iniciativa en la Cámara de Diputados que busca recortar la jornada laboral a 40 horas a la semana. Está congelada y esperemos que su proceso continúe en el siguiente periodo legislativo. Sin embargo, después de leer el libro de Malissa Clark, estoy convencida de que la aprobación de esta iniciativa sería solo un primer paso para que las y los trabajadores tengan vidas integrales y más saludables. No basta con que la Ley defina un nuevo tope de horas laborables, porque en la práctica no necesariamente se va a cumplir.