Para responder a este desafío, estamos viendo el surgimiento de nuevas herramientas de desarrollo, las cuales retoman principios clave como la segmentación de necesidades y la práctica de habilidades como eje central de la evolución de las personas. Con base en estos conceptos se están desarrollando los Gimnasios de competencias que, a través de la exposición simulada de las personas a los retos reales de su trabajo, con apoyo de herramientas de práctica y mejora, están consiguiendo mucho mejores resultados y están ganando popularidad entre los participantes.
El gimnasio tiene tres características clave:
1. Aunque ofrece múltiples herramientas, el participante puede diseñar su “rutina de ejercicios” con base en sus objetivos personales, los cuales están alineados con su plan de desarrollo, ya sea para mejorar su desempeño en el puesto actual o para potenciar su crecimiento de carrera.
2. El desarrollo de la competencia se realiza con base en simuladores digitales o presenciales, que permiten desarrollar las habilidades grupales o individuales a través de la exposición directa al reto, la retroalimentación en tiempo real y la práctica inmediata de herramientas de mejora.
3. La integración de herramientas durante la “rutina de ejercicios” permite que el colaborador ensaye, se equivoque y se arriesgue en un ambiente seguro y con un mentoring dirigido, lo que abre mayores opciones para innovar en los comportamientos.
Pero el Gimnasio es solo un mecanismo para impactar la mejora de las competencias, para que realmente la fórmula genere su máximo potencial, es clave habilitar al líder del colaborador como coach de estas mejoras.
Al igual que en un equipo deportivo, el rol del coach puede conseguir que los “jugadores” vayan al gimnasio a fortalecer aquellos elementos que necesitan. Con la ventaja de tener una visión más estratégica, los líderes pueden conducir a sus colaboradores en un plan de mejora más concreto, medible y específico, que acompañe la implementación de los objetivos del equipo, por lo que el líder coach necesita enfocarse en tres elementos para que el gimnasio tenga mayor impacto:
1. El líder coach define en conjunto con el colaborador las necesidades más importantes para su desarrollo, ya sea elevar el nivel de una fortaleza, modificar un comportamiento o adquirir una nueva herramienta, el líder puede aterrizar el “para qué” de esta mejora, traduciéndose en lo que espera ver en el desempeño, pero también en el beneficio que el colaborador obtendrá al mejorar sus habilidades.