Ha pasado el primer mes de la nueva administración y el arranque no parece fácil; con un desgaste prematuro sintomatizado por una aparente falta de alineación entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo; una notoria violencia en Sinaloa, Chiapas, Guerrero y Guanajuato; todo ello enmarcado en una incómoda reforma judicial.
Agenda laboral del nuevo gobierno, ¿cuál es la ruta y el destino?
Es posible que estos síntomas le resten vigor a la agenda laboral que, en cualquier caso, ha empezado a marcar el rumbo con la presentación de la iniciativa presidencial de reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de plataformas digitales.
Al parecer las reformas laborales tanto del Congreso de la Unión como de la presidenta serán las constantes de los cambios en la agenda del gobierno; de dichas reformas destacan, además de la relativa a plataformas digitales, la que duplicará el aguinaldo y la que reducirá la jornada de 48 a 40 horas semanales.
Estas reformas siempre seductoras para el gobierno ya que ganan natural simpatía con una porción importante del electorado (la Población Económicamente Activa es de casi 60 millones de personas) tienen el atractivo de no generar costo para el gobierno, sino sólo para los empleadores, ello es especialmente sabido por el Congreso cuya mayoría la detenta el mismo partido que la presidenta y que en 25 días ha presentado ya catorce iniciativas.
El incremento sostenido del salario mínimo, otra de las banderas enarboladas por la presidenta desde la campaña, será claramente otra de las políticas en materia laboral, en continuidad con los incrementos notables que, desde finales del sexenio de Enrique Peña Nieto han venido ocurriendo.
Aunque el sector empresarial se ha dolido de los incrementos, es verdad que el salario mínimo aún tiene cancha para subir ya que los 248 pesos diarios de este 2024 tienen el mismo poder adquisitivo de 1971.
Ahora bien, si medimos el salario mínimo en función del número de canastas alimentarias y no alimentarias también hay espacio para su incremento: adquirir tres canastas alimentarias y no alimentarias (lo mínimo para una familia de tres personas) el salario mínimo debiera superar ligeramente los trece mil pesos mensuales y no los 7,400 en que se encuentra.
Las propuestas ya están en la mesa, de hecho se espera que el “pacto” del sector empresarial con la presidenta se mantenga para que en 2025 haya un incremento al salario mínimo de 12%, lo que significa que el salario mínimo general pasaría de 248.93 pesos diarios a 278.80 pesos.
Además, habrá que estar atentos a las determinaciones que tome la Comisión Nacional de Salarios Mínimos a finales de este 2024 en lo que respecta al Salario Mínimo para Frontera Norte y los salarios mínimos profesionales ¿Crecerán al mismo ritmo?
Las reformas laborales y los incrementos al salario mínimo de dos dígitos serán la ruta y el rumbo de la agenda laboral en el naciente gobierno.
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Nota del editor: Jorge Sales Boyoli es Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana y es especialista en Derecho Laboral de la misma institución. Obtuvo una Maestría en Gestión Estratégica del Capital Humano. Fue socio líder de la práctica sindical en Littler, la firma de abogados laborales más grande del mundo; miembro de la Asociación Mexicana de Venta Directa y de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE), donde funge como Coordinador Nacional de Comités y Miembro del Consejo Directivo Nacional. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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