Publicidad
Publicidad

FOMO y estafas, una combinación peligrosa

Nadie quiere admitir que fue engañado. Nos culpamos, nos sentimos ingenuos. Y mientras tanto, los estafadores siguen operando, alimentando el mismo miedo que nos hizo caer en su trampa.
mié 12 marzo 2025 06:03 AM
FOMO y estafas, una combinación peligrosa
Los estafadores crean una urgencia, nos empujan a actuar y, cuando la emoción gana, la lógica pierde, apunta Fátima Herrera.

Te llega un mensaje: ¡Últimos lugares disponibles!. En redes, todos hablan de la nueva gran oportunidad. Un amigo insiste en que si no inviertes hoy, mañana será demasiado tarde. Tu corazón se acelera. Sientes que si no actúas ahora, perderás algo enorme.

Felicidades, acabas de ser víctima del FOMO (Fear of missing out). Y si no tienes cuidado, podrías ser la próxima víctima de una estafa.

Publicidad

El FOMO no es nuevo. Siempre ha existido esa sensación de querer estar en el lugar correcto y en el momento preciso. Lo que sí cambió, y mucho, es la velocidad con la que esa idea nos bombardea. Antes, podías sentirte fuera de algo por no estar al tanto, pero ahora, cada vez que desbloqueas el teléfono, cientos de mensajes te hacen creer que te falta algo: viajar más, ganar más o invertir mejor.

Vivimos en un mundo hiperacelerado, donde las redes sociales amplifican esa sensación. En un instante, tu feed se llena de vidas perfectas, oportunidades irrepetibles y ofertas que “no te puedes perder”. La presión es real. Pero la gran pregunta es: ¿realmente necesitas todo eso? ¿Vale la pena vivir en un estado constante de ansiedad por no perderte de algo? ¿O sería mejor hacer una pausa y recordar que lo importante es lo que nos llena, no lo que nos dicen que deberíamos desear?

El miedo nubla el juicio

El FOMO es el anzuelo perfecto para los estafadores. Lo saben y lo explotan. Crean urgencia, nos empujan a actuar y, cuando la emoción gana, la lógica pierde.

Un influencer en redes sociales promociona una inversión con rendimientos espectaculares y, sin pensarlo dos veces, metemos nuestro dinero. Vemos una oferta relámpago de un vuelo barato y, sin verificar la aerolínea, ingresamos nuestros datos bancarios. Recibimos un mensaje anunciando que ganamos un sorteo y, por miedo a perder el premio, entregamos información personal sin dudar.

Después, el problema no es solo la pérdida económica, sino la vergüenza. Nadie quiere admitir que fue engañado. Nos culpamos, nos sentimos ingenuos. Y mientras tanto, los estafadores siguen operando, alimentando el mismo miedo que nos hizo caer en su trampa.

Un ejemplo reciente de este tipo de fraude ocurrió con el presidente de Argentina y las criptomonedas que promovió, las cuales resultaron ser una estafa. Este esquema, conocido como rugpull, se basa en que los creadores de un proyecto—ya sea de NFT o criptomonedas—atraen inversionistas utilizando el miedo a perder una gran oportunidad (FOMO). Sin embargo, una vez que logran captar suficientes fondos, desaparecen con el dinero, dejando a los inversionistas sin posibilidad de recuperar su dinero.

Cómo evitar ser víctima

El FOMO seguirá existiendo, pero podemos protegernos para no caer en estafas:

- Pausa y analiza
- Verifica la fuente
- Desconfía de la urgencia
- Consulta con alguien más
- Aprende a decir no

El FOMO nos dice que si no participamos, estamos perdiendo algo. Pero la realidad es otra: no todo lo que parece una oportunidad lo es. La clave está en frenar, cuestionar y resistir.

Antes de hacer clic en ese enlace, antes de transferir dinero, antes de compartir tus datos bancarios, pregúntate:
- ¿Puedo verificar la fuente?
- ¿Me están presionando para actuar sin pensar?
- ¿Cuáles son las intenciones del otro?
- ¿Realmente quiero esta oportunidad o solo me estoy dejando llevar por la presión?

Publicidad

La gran mentira del FOMO

Los estafadores viven de nuestra prisa. Si eliminamos la urgencia, eliminamos su ventaja. Correos falsos, ofertas irresistibles, alertas de cuentas suspendidas… todo juega con nuestra ansiedad para robarnos información personal.

- Si algo exige acción inmediata, duda.
- Si parece demasiado bueno para ser verdad, investiga.
- La prisa es el peor enemigo de la seguridad digital.

La mejor defensa contra el FOMO y sus trampas es la educación en seguridad digital. Verifica sitios web, usa contraseñas seguras, activa la autenticación en dos pasos y cuestiona cualquier oferta milagrosa.

Pero, sobre todo, cambia la mentalidad:

- No estás perdiendo oportunidades, estás evitando fraudes.
- No te quedas fuera de algo importante, proteges tu privacidad y tu dinero.
- No dejes que el miedo decida por ti. Cuestiona, verifica y recuerda: ninguna oferta es tan buena como para no detenerte a pensar.

La próxima vez que sientas presión por actuar sin analizar, pregúntate: ¿vale la pena o solo me están manipulando?

___

Nota del editor: Fátima Herrera es Product Manager de Klibu. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad