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El rol oculto de la IA en el trasplante de órganos

Uno de los mayores avances que la IA ha traído a los trasplantes de órganos es la capacidad para predecir el éxito del procedimiento.
lun 02 junio 2025 06:02 AM
El rol oculto de la IA en el trasplante de órganos
La IA permite predecir la probabilidad de éxito en un trasplante, cruzando datos como historial médico, compatibilidad genética y condición del órgano, apunta Ana Peña.

Más de un millón de personas en el mundo necesitan un trasplante de órgano cada año. Sin embargo, menos del 10% recibe uno a tiempo. En México, la lista de espera supera los 25,000 pacientes. Cada número en estas listas representa una vida, con historias de personas que esperan una segunda oportunidad. Mientras lees esto, alguien en el mundo acaba de ser eliminado de una lista de espera. No porque haya recibido un órgano, sino porque su condición cambió: su salud empeoró, dejó de cumplir con los criterios médicos o simplemente el tiempo se agotó.

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Durante décadas, los médicos han librado una carrera contra el reloj biológico, tomando decisiones con datos incompletos y protocolos rígidos. Pero hoy, la Inteligencia Artificial (IA) está cambiando las reglas del juego: no para reemplazar a los humanos, sino para darles superpoderes. ¿Cómo? Analizando miles de variables en segundos, prediciendo rechazos antes de que ocurran, y convirtiendo cada 'tal vez' en un 'sí' respaldado por ciencia.

Predicción del éxito del trasplante: decisiones más informadas

Uno de los mayores avances que la IA ha traído a los trasplantes de órganos es la capacidad para predecir el éxito del procedimiento. Antes de que un trasplante se realice, los médicos deben evaluar muchísimos factores: la salud del paciente receptor, la compatibilidad genética, el historial médico y las condiciones específicas del órgano donado. La IA permite predecir la probabilidad de éxito en un trasplante, cruzando datos como historial médico, compatibilidad genética y condición del órgano. Hospitales como el Monte Sinaí en Nueva York ya aplican modelos de IA para personalizar tratamientos y reducir riesgos.

Monitoreo post-trasplante: prevención antes de que sea tarde

El monitoreo post-trasplante es esencial para garantizar la salud del paciente y la función del órgano trasplantado. Tradicionalmente, los médicos han dependido de controles regulares y pruebas invasivas, pero la IA está cambiando este panorama. Con sensores y algoritmos, la IA ayuda a detectar señales de rechazo incluso antes de que haya síntomas. En Stanford, dispositivos conectados monitorean en tiempo real a pacientes trasplantados, alertando a los médicos ante cualquier anomalía. Al analizar estos datos en tiempo real, la IA permite una intervención más rápida, lo que mejora significativamente la supervivencia de los pacientes.

Investigación y desarrollo: un futuro prometedor

La IA también está revolucionando la investigación en trasplantes. Al analizar grandes bases de datos, puede descubrir patrones que pasan desapercibidos para los humanos, como nuevos indicadores de rechazo o mejores combinaciones de medicamentos. En Canadá, algoritmos desarrollados por la Universidad de Toronto ya predicen rechazos en trasplantes de riñón con 92% de precisión. Y en Stanford, el proyecto TRANSFORM-HF ajusta dosis de inmunosupresores en trasplantes cardíacos, reduciendo efectos secundarios en 40%. Más allá de la eficiencia, estos avances ponen a las personas en el centro y hacen la medicina más humana.

Estos avances, que priorizan equidad y urgencia en la asignación de órganos, muestran que la IA no solo optimiza la logística, sino que humaniza la medicina.

Selección de donantes y receptores: la compatibilidad es más que genética

Encontrar al donante ideal no es fácil: no basta con que sea genéticamente compatible. La IA ya está ayudando a hacer este proceso más preciso y rápido. En la Mayo Clinic, por ejemplo, usan algoritmos que analizan ADN, historiales médicos y hasta qué tan cerca están del hospital. Para lograrlo, se necesita mucha potencia de cómputo: procesadores capaces de analizar millones de datos en segundos.

¿El resultado? Sistemas que predicen compatibilidad con 90% de precisión. En California, el proyecto KidneyAI redujo 20% las listas de espera para trasplantes de riñón. Y en Europa, el proyecto EURECA usa IA para priorizar a quienes más lo necesitan. Más eficiencia, pero también más equidad.

Eso sí, no todo es perfecto. Aún hay retos: ¿cómo evitar que la IA cometa errores con pacientes de minorías étnicas si los datos con los que se entrena son sesgados? ¿O cómo incorporar factores como el lugar donde vives? Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Stanford descubrió que pacientes en ciudades con alta contaminación tienen un 30% más de riesgo de rechazo en trasplantes de pulmón. Si la IA ignora estos factores, podría tomar decisiones injustas. Por eso, médicos y especialistas en ética siguen siendo clave en el proceso.

Mirando hacia el futuro: IA en el corazón de la medicina personalizada

La aplicación de la IA en el campo de los trasplantes de órganos es solo la punta del iceberg. A medida que los avances en procesamiento de datos y análisis de inteligencia artificial continúan, es probable que veamos una medicina cada vez más personalizada. De hecho, la IA ya se está usando para combatir el cáncer , desde la detección temprana hasta tratamientos hiperpersonalizados. Desde predecir rechazos hasta acelerar la investigación, la IA está ayudando a salvar más vidas y a reducir el tiempo de espera.

El futuro de los trasplantes no se decide solo en un quirófano, sino también en el trabajo conjunto entre médicos y algoritmos. Y en esa alianza, hay una nueva esperanza para quienes están en una lista de espera y su vida depende de ello.

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La IA está sentando las bases para un futuro más sostenible , eficiente, preciso y humano en la medicina. La combinación de avances tecnológicos con la experiencia clínica ofrece una oportunidad única para mejorar los resultados y salvar más vidas.

Aún hay miles de nombres en listas de espera para el trasplante de un órgano, pero por primera vez, la tecnología está acortando distancias en esa carrera contra el tiempo. El futuro de los trasplantes ya no se escribe solo en quirófanos, sino en la alianza entre médicos que entienden la fragilidad humana y máquinas que descifran lo invisible. Y en esa unión, hay esperanza... para todos los que aún aguardan.

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Nota del editor: Ana Peña es directora de comunicación para Intel Américas. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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