Pensar la influencia ya no se limita a identificar a líderes humanos o en medir impactos de campaña. Hoy hay que diseñar nuestra narrativa digital y corporativa pensando en las personas y en cómo la IA procesa y repite nuestras palabras, asegurando que la voz de la marca fluya sin distorsión por los grandes modelos de lenguaje. Al mismo tiempo, debemos anticiparnos a las regulaciones y participar activamente en la definición de políticas, no solo adaptarnos a ellas, para construir influencia real en los centros de poder. Y, sobre esa base, forjar narrativas adaptativas que vayan más allá de mensajes fijos, enlazando decisiones, contexto y propósito en historias que evolucionen conforme cambian los hechos.
La toma de decisiones, por su parte, ha de trascender el acopio de datos frenético para transformarlos en mapas de acción claros. Es hora de abandonar el mindset de almacenar cifras y pasar al de visualizar destinos: integrar fuentes en ecosistemas inteligentes, definir indicadores estratégicos y presentar insights que puedan movilizar respuestas inmediatas. A ese ejercicio se suma la capa geopolítica: entender cómo cada sacudida internacional puede alterar cadenas de valor y talento y mover nuestras fichas con visión´glocal´. Todo esto bajo la lógica de que en un mundo de riesgos permanentes, debemos resistir y ser antifrágiles, aprovechando la incertidumbre para refinar procesos y reforzar nuestra reputación.
Finalmente, en un escenario de sobresaturación de estímulos, el verdadero desafío, además de alcanzar más pantallas, es ganarse un lugar en la memoria de las personas. Hay que captar talento y convertirnos en la opción que inspira y genera preferencia a lo largo de todo el recorrido del empleado. Y en el mercado, basta ya con “estar ahí”: necesitamos diseñar auténticos “fame moments”, momentos estratégicos donde datos, creatividad y timing se fusionen para que nuestro mensaje perdure. Es en esa mezcla de inspiración y precisión táctica donde se forja el compromiso genuino con clientes, colaboradores y comunidades.