En 2026, México será uno de los anfitriones del evento deportivo más visto del planeta: el Mundial de Futbol. Más allá de la pasión por el balón, ese mes marcará una oportunidad económica sin precedentes para muchos negocios mexicanos.
¿Está tu equipo preparado para capitalizar la derrama del Mundial?
De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Turismo, la derrama económica podría superar los 60,000 millones de pesos, mientras que la Federación Mexicana de Futbol calcula la llegada de más de 5.5 millones de turistas al país.
Pero la verdadera pregunta para los empresarios y prestadores de servicios es: ¿Está tu equipo preparado para capitalizar esa oportunidad?
No me refiero a los 11 titulares de la Selección Mexicana, sino al equipo de tu empresa. A los líderes, a los mandos medios, a quienes estarán en la primera línea cuando la demanda se dispare y las exigencias se multipliquen. Porque la realidad es que, así como los equipos de futbol se preparan durante años para un torneo, las organizaciones también necesitan entrenarse si quieren aprovechar esta ola de crecimiento.
La realidad es que hoy muchos no están listos.
Dirigir una empresa en un momento de alta demanda es como ser el técnico de una selección nacional. No basta con tener buenos jugadores: hay que saber quién ocupa cada posición, cómo se comunican y cuál es la estrategia para ganar.
Sin embargo, lo que vemos en muchas empresas mexicanas es lo contrario: equipos descoordinados, liderazgo fragmentado y comunicación interna débil. En momentos de presión, eso se traduce en errores operativos, pérdida de clientes y desgaste humano.
El liderazgo no puede ser reactivo. Si esperas a que empiece el Mundial para definir quién toma decisiones, ya es tarde. La preparación debería haber empezado ya, y debe pasar por cinco etapas fundamentales:
1. Convocatoria del equipo. ¿Quiénes son tus jugadores clave? ¿Qué los hace indispensables y qué habilidades necesitan fortalecer?
2. Entrenamiento de liderazgo. El técnico no solo da órdenes: crea cultura, motiva y da claridad sobre el propósito y el plan de juego.
3. Jugadas ensayadas. No hay éxito sin coordinación. Las empresas deben anticipar escenarios y practicar cómo responderán ante picos de demanda o crisis operativas.
4. Charlas de vestuario. Son esos espacios de confianza donde los equipos se alinean, se retroalimentan y se comprometen con el resultado.
5. Mentalidad ganadora. El liderazgo efectivo no solo transmite instrucciones, sino energía y sentido de propósito.
La experiencia reciente muestra que las empresas que logran sostener el crecimiento en contextos de cambio tienen algo en común: un liderazgo preparado.No es un asunto de presupuesto o tamaño, sino de mentalidad. Las organizaciones que entrenan a sus líderes para adaptarse, comunicar con claridad y fortalecer la confianza interna, son las que pueden transformar la presión en desempeño.
En contraste, muchas otras siguen apostando a la improvisación: confunden liderazgo con control, delegación con debilidad y planeación con burocracia. Y cuando llega la oportunidad descubren que su equipo no sabe jugar en conjunto.
Cuando un técnico reúne a su equipo antes de salir al campo, no habla solo de la táctica. Habla del por qué están ahí, de la motivación, del compromiso con algo más grande que ellos mismos. Esa misma charla debería ocurrir hoy en cada empresa mexicana.
México está por vivir uno de los mayores escaparates internacionales de su historia reciente. Las empresas que lo entiendan no esperarán a junio de 2026 para actuar: ya estarán entrenando a su liderazgo, fortaleciendo su cultura y practicando sus jugadas internas.
Porque las oportunidades no se ganan en el partido: se ganan en los entrenamientos.
En los próximos meses, veremos cómo miles de negocios se preparan para recibir turistas, aumentar producción o atender nuevos canales de venta. Pero el verdadero reto no estará en la logística, sino en la coordinación humana.
El Mundial pondrá a prueba la capacidad de liderazgo, comunicación y adaptabilidad de las empresas mexicanas. Y quienes entiendan eso antes que los demás, jugarán con ventaja.
Así que la pregunta con la que quiero cerrar es sencilla, pero poderosa: ¿Tu liderazgo está listo para el Mundial? Si la respuesta es no ¿qué vas a hacer hoy?
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Nota del editor: Irene Marqués es socia de Olivia México, consultora especializada en transformación organizacional y liderazgo. Ha acompañado procesos de cambio en sectores como salud, automotriz y retail. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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