"Peña debe llevar a diálogo con Trump a los empresarios más poderosos de México"
Larry Rubin es claro: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no es un político y no va a cambiar su forma de ser, que algunos pueden considerar “agresiva”; por esa razón, advierte, para negociar con él los políticos tradicionales deben ponerse el chip de empresarios y tratar de hablar su lenguaje.
Por ello, el representante del Partido Republicano en México —y quien es una de las propuestas para ser embajador de EU en el país— recomienda al presidente Enrique Peña Nieto que, a la hora de sentarse frente a Trump, lo haga teniendo a su lado a los empresarios mexicanos más poderosos para que hablen el mismo idioma.
“Mi sugerencia es que el presidente Peña Nieto debe ir acompañado, como lo hizo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, de empresarios mexicanos (...) es muy importante que el presidente Peña vaya y se siente frente a Trump, con un grupo de empresarios mexicanos exitosos y poderosos y a los cuales el presidente Trump va a respetar y van a poder hablar el mismo idioma”, aconseja.
Rubin, un empresario mexicoamericano que desde hace 12 años es la voz de los republicanos en el país, dice que se debe seguir buscando una reunión entre ambos mandatarios y considera que el mejor timing sería en los siguientes 60 días, es decir, antes de que comiencen las negociaciones formales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Y dentro de esa reunión no sólo considera válido, sino hasta una obligación, que México busque negociar temas más allá del comercio y que afectan a ambos países, como los de seguridad transfronteriza, la importación de armas o dinero y el narcotráfico.
“El presidente de México, como mandatario de una nación soberana, debe de poner los temas que considere importantes en una negociación y EU hará lo mismo, habrá temas en los que se puedan poner de acuerdo y otros en los que estarán de acuerdo en estar en desacuerdo”.
“El TLCAN debe expandirse”
Este empresario de 42 años —que a los 14 fue distribuidor de ventas por catálogo y a los 24 se hizo director general de la aerolínea American Airlines en México— dice que el TLCAN no sólo no debe terminar, sino que se debe expandir a otros capítulos para que las empresas de EU, México y Canadá crezcan y la región de América del Norte se vuelva mucho más competitiva.
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Desde su oficina en Polanco, donde se dedica a buscar ejecutivos en México para empresas transnacionales, Rubin señala que la oportunidad está en abrir otros capítulos como el energético, el comercio electrónico, poner sobre la mesa reglas de origen y, sobre todo, considera que hay una gran oportunidad para que el sector textil regrese a la región.
Rubin recuerda cómo en los años 70 y 80 esta industria era muy importante en ambos países y cómo China, India, Bangladesh y Paquistán “se comieron el mandado” y destrozaron a este sector.
“Esta es una gran área de oportunidad de que a México y Estados Unidos puedan regresar millones de empleos”, asegura.
—Trump dice que México se ha aprovechado de Estados Unidos en el TLCAN y que busca una relación más sensata. ¿Qué podría ser más sensato para él? —se le cuestiona.
—Las empresas norteamericanas que están en México están no porque les caiga bien el presidente en turno, están en México porque les conviene y las mexicanas que están en Estados Unidos también; las empresas trabajan para sus accionistas y siempre van a buscar la forma de tener costos más competitivos y tener mejores rendimientos, así que México ha sido un polo de atracción gracias al TLCAN —asevera.
En el caso de la industria automotriz, dice que México es un centro de operaciones vital para sus negocios a nivel global y resalta que alrededor de dicho centro incluso se ha construido un negocio aún más grande que es el de las autopartes, lo que ha hecho que México sea muy competitivo y que la industria automotriz tenga una cadena de valor que no encontrará en otra parte del mundo.
“Ningún presidente mexicano o americano puede cambiar esto. No se cambia con un mandato presidencial porque se ha construido a través décadas”, destaca Rubin, pero también subraya que a la par hay ciudades enteras de EU que han perdido grandes industrias porque se han ido a otros países, por lo que dijo entender la postura del presidente Trump de regresar empleos a estas ciudades, como lo hizo con la inversión que Ford canceló en San Luis Potosí.
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“La obligación de cualquier presidente es crear mayores fuentes de empleo para la gente que gobierna. Uno quiere un mandatario que procure crear mayores fuentes de empleo, que los ciudadanos vivan mejor en su país, y la prioridad clara del presidente Trump va a ser y es Estados Unidos y no nos debe de sorprender porque eso esperamos de cualquier mandatario”, asegura.
“No todo lo que se dice se hará”
Ante la amenaza de Trump sobre establecer aranceles a las importaciones desde México y un plan fiscal que incluye bajar el Impuesto Sobre la Renta a las empresas en EU, miembros del gabinete de Peña Nieto y algunos legisladores han advertido que México podría aplicar medidas espejo, lo que Rubin señala que no es la solución para ninguna de las dos naciones.
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El empresario dice que el tema de los aranceles es parte de todo lo que está estudiando la nueva administración, pero menciona que no significa que sea factible, por lo que recomienda tener calma en el tema.
“De lo que vamos a escuchar en los próximos meses, no es necesariamente que se vaya a hacer algo, sino que se estudiará a ver si tiene factibilidad en materia de aranceles, pero creo que nos vamos a dar cuenta que por ahí no va a funcionar, como ya se hizo con la propuesta del impuesto fronterizo, donde se dio cuenta que quien terminaría pagándolo sería el consumidor americano".
“(Se debe entender) que, por un arancel que se ponga, una empresa no se va a decidir ir a Estados Unidos porque de todas formas se le encarece (la producción) por la mano de obra y otros costos asociados, en donde México es mucho más competitivo”, señala.
“Entiendo a las dos partes”
Durante la visita a México del secretario de Estado, Rex Tillerson, Rubin tuvo una reunión con él, en el marco de su posible llegada a la embajada en México para sustituir a la actual embajadora, Roberta Jacobson, pero el empresario dice que, de concretarse, aún faltarían algunos meses para que el movimiento se realice.
Reconoce que representar a EU en México, donde viven más de 2 millones de estadounidenses, no sería una labor fácil, pero confía en que su conocimiento a profundidad de ambas culturas le pueda ayudar a tender puentes para que los dos países puedan acercarse incluso más de como estaban antes del 20 de enero, cuando inició la gestión Trump.
“Yo puedo estar sentado con un mexicano y con un americano y puedo entender el punto de vista de los dos y ver las diferencias, y lo que yo quiero buscar es cómo podemos trabajar con las diferencias para que ambas naciones se puedan comunicar mejor y trabajar en beneficio de la región (...) así que lo que tendrá que hacer el próximo embajador es buscar las sinergias entre las dos naciones, en una relación de ganar-ganar”, señala.
“Necesaria una reforma migratoria”
Rubin, quien antes de la elección anunció que votaría en contra de Trump por no coincidir con sus ideas contrarias a los migrantes, señala que ni los muros ni la separación de familias son la solución para frenar el arribo de migrantes a EU y advierte que sólo una reforma inmigratoria dará una solución integral.
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Al hablar de la postura de Trump contra este grupo minoritario, Rubin se apresura a recordar que fue el demócrata Barack Obama el presidente que más deportaciones llevó a cabo y más separó a familias, y que han sido los republicanos los que más han beneficiado a los inmigrantes.
“La solución verdadera no es separar a familias sino una reforma inmigratoria, yo he venido hablando de esta necesidad desde hace más de 10 años y se requiere urgentemente".
“En Estados Unidos, la mayor parte de los migrantes está contribuyendo a la economía, pero también hay que aceptar que cruzaron la frontera ilegalmente o que han roto leyes migratorias; entonces, el norteamericano cree que deben pagar una multa o ser deportados para que soliciten una entrada legal a Estados Unidos”, señala el republicano, quien dice que una buena señal es que Trump haya dicho frente a congresistas que se debe buscar una reforma sobre el tema.
—¿Está de acuerdo con el muro? —se le cuestiona.
—La tercera parte del muro ya existe, pero entiendo a las dos partes, la del norteamericano que no se siente protegido, que tiene esa sensación porque no sabe quién cruza; yo no creo que ni el mismo canciller pueda meter las manos al fuego y pueda decir: yo avalo a todos los que cruzan por la frontera ilegalmente... (pero) lo que se tiene que hacer es estudiar que los cruces fronterizos se puedan hacer de manera ordenada, legal y humana. Es una discusión que se debe continuar para encontrar otra solución que acabe con el tráfico ilegal de personas.
—¿Y México podrá pagar por el muro?
—Es una decisión soberana que decidirá cada país, yo no lo veo factible del lado de México, será una decisión que se deberá tomar de manera conjunta.
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