¿Los robots me quitarán el trabajo? La OCDE dice que no
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó un reporte donde augura que los porcentajes de desplazamiento de empleos por la inteligencia artificial están más cerca de lo que parece. A la vez que reporta que será menor en países en desarrollo por una simple razón: la variación laboral.
Esto significa que los trabajos que desempeñan el personal menos capacitado y la plantilla más joven siguen estando en riesgo; sin embargo muchos puestos donde realizan más de un rol serán difíciles de sustituir.
Pensemos en una fábrica donde una actividad es fácil de automatizar, pero el empleado que desempeña esta función también se encarga de administrar el inventario y supervisar a un par de trabajadores. O donde además de hacer una tarea rutinaria no es la única labor que realiza el colaborador y tenga más de tres tareas durante el día. Convertir y automatizar todo este proceso puede ser más costoso.
De acuerdo con el análisis de la OCDE, estos temores son un tanto exagerados. Los investigadores encontraron que solo 14% de los empleos en los países de la organización -que incluye a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón- son "altamente automatizables", lo que significa que las probabilidades estimadas por otros reportes , como el de los investigadores Frey y Osborne -que indicaban que el desplazamiento sería del 70%-, no son tan precisas.
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¿Los empleos con mayor riesgo son?
Un reporte de la consultora McKinsey Global prevé que la fuerza laboral dentro de 13 años será de 68 millones de personas en México, pero se ven en peligro 9 millones de trabajadores. Esto por la automatización en los empleos enfocados principalmente en el servicio al cliente y la manufactura.
Este mismo estudio indica que en un escenario de rápida automatización podrían quedar desempleados 18 millones de personas, mientras que entre 5 y 7 millones tendrán que buscar otra ocupación. Los sectores que más peligro tienen son los de la manufactura, construcción y servicios. Mientras que los que menos peligro corren son aquellos donde el talento está más “capacitado”. Por ejemplo: profesionales, educadores o desarrolladores de tecnología.
En el sentido de edad y género también habrá diferencias sobre el impacto de la automatización en los empleos. Sobre todo en el tema de la adaptación, las personas mayores de 40 años tendrán mayores dificultades de volver a capacitarse en ciertas tareas que usen tecnología. Mientras que los más jóvenes podrán tener oportunidad para capacitarse y tomar puestos de mayor rango y con más responsabilidad.
En términos de género, el estudio de la OCDE hace especial énfasis en el trabajo administrativo. Donde indica que las mujeres podrían verse más afectadas por representar una mayoría en este tipo de trabajos. Esto porque los indicadores auguran que 40% de estos empleos podrían desaparecer.
McKinsey Global complementa su estudio por países y analiza las diferencias entre estas tres naciones con respecto a Estados Unidos, Alemania y Japón. Aunque el impacto en todos es visible, prevé que en estos países sea menor, e incluso favorable, pues se podrían crear algunos empleos.
Los puestos que podrían crecer más son terapeutas, enfermeras, asistentes en cuidado a la salud, cuidado de niños, técnicos sanitarios, maestros de educación media, ingenieros y profesionales en tecnología.
Los reportes concluyen en que la adopción de esta tecnología es progresiva. Sin embargo, recomiendan que se busque mayor capacitación para los empleados en temas como creatividad, liderazgo y tecnología, así como mejores salarios para los talentos más capacitados.