Uber encuentra en Washington una mina de talento
Son 4,576 kilómetros desde Silicon Valley a Washington D.C. Uber ha ido de costa a costa para reclutar directivos.
Han sido 9 años tortuosos para la compañía entre batallas legales en varios de los países en los que se han expandido, incidentes de seguridad en un puñado de ciudades, brechas de seguridad en la protección de datos de sus seguidores y disputas internas por su cultura laboral.
La empresa se tuvo que reforzar con expertise gubernamental.
Con la llegada de Dara Khosrowshahi a la dirección general de Uber y con el objetivo claro de poner orden fuera y dentro de la empresa, diversos funcionarios de gobierno federal tuvieron cabida en la startup valuada en más de 70,000 millones de dólares.
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Una de las adquisiciones de talento más recientes fue Matt Olsen, quien fungió como consejero general de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés).
Olsen se integró a Uber como director de confianza y seguridad.
Thrilled to have Matt Olsen on board as #Uber Chief Trust and Security Officer. He has more than earned the respect of our team at all levels while working with us over the last few months - https://t.co/Xxssp1Wa3r
— dara khosrowshahi (@dkhos) 14 de agosto de 2018
Olsen ocupa el cargo de Joe Sullivan, que después del hackeo que sufrió Uber en noviembre pasado fue despedido. El ataque comprometió las cuentas de 57 millones de usuarios de la plataforma de transporte bajo demanda.
Otro de los provenientes de Washington es Scott Schools. School dejó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos para integrarse al departamento legal de Uber. Desde julio pasado, el ejecutivo se desempeña dentro de la tecnológica como director de cumplimiento y ética.
Dentro de la mesa directiva de la corporación también se encuentra Tony West. West que posee el título de director jurídico de Uber posee una larga carrera en Washington.
West fue elegido por el Senado dos veces para servir como un alto funcionario dentro de la administración de Barack Obama.
De 2012 a 2014, West llevó tareas dentro de la función pública, como Fiscal General Adjunto de los Estados Unidos. En ese puesto supervisó varias de las divisiones del Departamento de Justicia, incluídas derechos civiles, antimonopolio, tributario, medio ambiente y recursos naturales, entre otras.
West tuvo un papel relevante durante la crisis de 2008. Un año posterior, el ahora trabajador de Uber se encargó de perseguir a varias de las empresas involucradas en la crisis hipotecaria, asegurando casi 37,000 millones de dólares en multas y restitución para los estadounidenses afectados.
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Otro de los roles importantes en Uber es también ocupado por una ex funcionaria.
Jill Hazelbaker, quien es vicepresidente de comunicaciones y políticas públicas en la compañía, empezó su carrera en el campo público.
Hazelbaker se encargó de encabezar varias de las campañas políticas locales, estatales y federales.
En 2009, la ejecutiva sirvió como secretaria de prensa del alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg.
Un año antes, Hazelbaker ostentó el cargo como directora de comunicaciones y fue la vocera general de la campaña presidencial del senador John McCain.
Además de Uber, otras empresas como Facebook o Google han adquirido también talento proveniente del sector público.