Ciudades inteligentes: ¿Conviene invertir?
(Expansión) - Las tecnologías del Internet de las Cosas y de las ciudades inteligentes pueden ahorrar millones de pesos a la operación de una ciudad. Tan solo hay que imaginar a los camiones de basura que circulan por las rutas más despejadas, a las horas en que se necesitan y pasan a recoger solo los desechos ya bien clasificados. O una red eléctrica que ahorra porque está bien coordinada con los edificios, para distribuir la energía cuando se necesita.
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Un estudio de la agencia de investigaciones ABI, citado por Information Age, calcula que 75 ciudades inteligentes en todo el mundo podrían ahorrar hasta 5 billones de dólares anuales por menores costos de operación, es decir cinco veces el Producto Interno Bruto de México.
Pero para ahorrar en costos de operación hay que hacer inversiones de capital ahora, es algo similar a lo que sucede en los edificios. Hay que diferenciar entre el gasto de capital, o Capex, y el gasto de operación, u Opex, de un edificio, explica Horacio Soriano Mora, director de Desarrollo de Negocios en Schneider Electric México. Tal vez alguien que construye un edificio para rentar reduce las inversiones de capital porque no le interesa tener un buen sistema de control de aires acondicionados o de iluminación. Después los ocupantes del edificio se encargarán de pagar esos costos de operación.
Cuando se suman los gastos de capital y de operación, se tiene el costo total de un edificio. Los costos de operación pueden llegar a ser hasta 75% del costo total, según Soriano. Sería un error no tomarlos en cuenta en el momento de construir el edificio o de empezar a rentar. Lo mismo pasa con la operación de una ciudad. Los ciudadanos y su gobierno tienen que pensar en el mediano y el largo plazo para invertir en soluciones que harán más eficiente a la ciudad, explica.
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En este momento, ya se han adoptado soluciones para hacer más inteligentes a las ciudades.
Schneider Electric empieza edificio por edificio. Por ejemplo, un centro comercial puede tener una venta nocturna. Entonces tendrá que usar energía para la iluminación y el aire acondicionado en horas que podrían ser de alto consumo en la ciudad. Eso significa que tendría que pagar por energía más cara. Lo que normalmente se hacía era arrancar una planta de emergencia para desconectarse de la Comisión Federal de Electricidad en las horas en que la electricidad es más cara.
En México, la compañía ya tiene varias aplicaciones de control de demanda, que reconoce los hábitos de consumo y puede predecir para los próximos 30 minutos o dos horas. En el caso de la venta nocturna, con un algoritmo, las soluciones de Schneider seleccionan las cargas prioritarias y hacen un uso más racional de la energía.
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Los edificios comerciales y residenciales consumen 40% de la energía total en México, en gran parte porque no trabajan en forma eficiente, estima por su parte un estudio de Siemens. En la zona de oficinas de Lomas en la Ciudad de México se pueden ver edificios de oficinas con las luces y el aire acondicionado encendidos todos los días de la semana, solo porque no han instalado los sensores adecuados para trabajar cuando se necesitan. “En nuestro edificio corporativo tenemos ahorros de 40% respecto a lo que teníamos antes de implementar equipos de control”, explica Alejandro Preinfalk, líder en México de Manejo de energía, tecnologías y movilidad de Siemens Mesoamérica.
También se puede usar la tecnología para controlar mejor el uso del agua. Schneider ya tiene aplicaciones para conectar los sistemas de agua potable de algunas regiones de El Bajío con la nube de datos, con los que puede monitorerar bajas de presión o fallas en algunos sistemas de bombeo. Sin este tipo de equipos, un municipio entero se puede quedar sin agua y por supuesto que los habitantes se enteran en el momento, pero las autoridades tardan en reaccionar porque no saben dónde está la falla. Los equipos conectados con tableros de control pueden ayudar a reaccionar de inmediato para resolver fallas.
Algo similar puede aplicarse en el control del tráfico. En Dallas, Texas, se usan las cámaras de video para informar a los sistemas de control de tráfico cuando hay contingencias, como un auto detenido en la calle, para informar a tiempo a otros conductores, cuenta Soriano, de Schneider.
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Tal vez las mejoras en la movilidad sean la principal bandera para impulsar las ciudades inteligentes. “Es clave incorporar soluciones de movilidad inteligente, sostenible”, dice Alejandro Preinfalk, de Siemens. Esta compañía ya tiene un sistema para manejar los trenes de los sistemas de transporte público de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
En Alemania y en Singapur, Siemens ofrece una aplicación para los usuarios del transporte, donde pueden reservar, ver los horarios y pagar los viajes. Los sistemas de información ya permiten predecir los horarios exactos de los transportes públicos, porque la infraestructura de las calles está coordinada con los vehículos. “Todos los sistemas de transporte se pueden interconectar para enviar información a la nube, y así gestionar en forma más eficiente”. De esa forma, cuando hay mayor demanda, un sistema de metro puede aumentar la frecuencia de los trenes en las estaciones que más los necesitan y reducirla cuando hay menos usuarios.
En los trenes de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, Siemens tiene un sistema de monitoreo para dar mantenimiento justo en el momento en que se necesita. Así se evita detener el servicio por mantenimientos programados cuando no son necesarios.
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El siguiente paso será conectar todos los sistemas de transporte en un concepto que Siemens llama “movilidad completa”. Se usan los datos de operación de trenes, autobuses y otros vehículos, para calcular frecuencias y coordinar las llegadas de un sistema con las salidas de otro.
Sí se requerirán inversiones iniciales, pero los ahorros pueden compensar pronto el desembolso. Según Soriano, de Schneider, las soluciones para controlar la iluminación y el aire acondicionado de un edificio tal vez sean 10 o 15% más costosas que los equipos tradicionales, pero se recuperan con los ahorros de energía, tal vez en dos años.
Si los usuarios de edificios inteligentes ya entienden la necesidad de invertir para usar mejor los recursos, ahora les toca a los ciudadanos analizar las ventajas de dejar de desperdiciar energía y agua.
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En Diálogos Expansión se analizan las posibilidades que ofrecen las ciudades inteligentes. En él participan Nissan e IBM para contar sus experiencias.