Nanotecnología, la herramienta perfecta para combatir microorganismos
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión).- Los virus y las bacterias tienen la capacidad de evolucionar constantemente. Por ello, es indispensable que los laboratorios médicos encuentren los métodos y modelos suficientes para poder hacerles frente día con día.
Debido a esto, Gabriela León Gutiérrez, egresada de la ingeniería de bioquímica industrial de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), desarrolló y patentó la nanomolécula Nbelyax, la cual tiene efectos inhibitorios para la replicación de 52 microorganismos, según investigaciones realizadas en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Se trata de una molécula de dióxido de titanio (TiO2) y extractos orgánicos sintetizados mediante el método de impregnación. Mide tan solo dos nanómetros, lo que le permite atravesar la cápside de los virus o bacterias y producir en su interior una serie de reacciones químicas que cortan las cadenas del ADN y ARN, inactivándolos en un periodo aproximado de 30 minutos.
“Es una molécula sumamente pequeña y cuenta con un disfraz biológico que atrae a los microorganismos. Para explicarlo fácilmente es importante señalar que todos los patógenos tienen cargas negativas, por esta atracción de cargas engañamos al microorganismo simulando que puede servir para su metabolismo, de manera que puede ingresar fácilmente a ellos. Una vez dentro, libera una serie de extractos que cortan el material genético, es decir, funge como un biocatalizador”, afirmó en exclusiva para Expansión, tras su conferencia en el encuentro ‘SingularityU México Summit 2018’ que se llevó a cabo en Puerto Vallarta.
Es importante destacar que la molécula no causa efecto negativo al contacto con las células sanas ya que cuenta con un poder de bio selectividad, además está hecha cien por ciento con base en ingredientes orgánicos, por lo que es biodegradable y no impacta al medio ambiente.
“Cuando se creó el producto nos basamos en tres condicionantes: eficacia, que fuera biodegradable -porque se trata de una empresa totalmente verde y consciente del cambio climático- y que fuera inocuo. Para desarrollar esta tecnología buscamos en todas las farmacopeas de todo el mundo -libros recopilatorios de recetas de productos con propiedades medicinales reales o supuestas- y nos dimos cuenta que los extractos vegetales siguen teniendo uso medicinal, por lo que decidimos llevarlos al mundo nano y la probamos contra los virus, bacterias, esporas, hongos, micobacterias y todos aquellos organismos que se encuentran en tamaño escala, teniendo resultados increíbles”, resaltó.
León ha sido nominada por el Foro de Davos como premio a la tecnología pionera y por la ONU pertenece a las cien empresas que pueden cambiar a la humanidad debido a que son capaces de frenar una pandemia. Asimismo, cuenta con certificaciones por universidades locales como internacionales.
“Esta molécula nos ha hecho acreedores a recibir reconocimientos internacionales como lo son del World Economic Forum, formamos parte de la aseguradora global de las Naciones Unidas y recibimos el premio nacional de la salud que otorga la COPARMEX. De igual forma, tenemos estrategias de vinculaciones con universidades importantes como lo son el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Autónoma de Nuevo León, entre otras”, destacó
Actualmente la súper molécula es el ingrediente activo de una gama de productos llamados Éviter, desarrollados por la empresa Gresmex, liderada por la ingeniera. Esta línea está conformada por un portafolio de productos antisépticos, desinfectantes de superficie y esterilizantes para instrumental médico y es la patente mexicana con mayor alcance en el mundo, pues cubre hasta 104 países.
“Nuestros productos ya están a la venta en países como China, EUA, Emiratos, Canadá, Europa, Asia, India, Israel, México, entre otros. Buscamos comercializarnos en naciones que tengan mercado e innovación en nanotecnología.”.
Por último, la especialista puntualizó que si esta tecnología se utilizara en hospitales públicos, México podría ahorrarse hasta 35,000 millones de pesos, cifra aproximada que se utiliza de manera anual para sanitizar los centros de salud.