Este acuerdo llega en un momento crítico para la empresa con sede en Shenzhen, la cual se encuentra al frente de una guerra comercial en crecimiento entre Estados Unidos y China. Estados Unidos está liderando una campaña en contra de Huawei, prohibiendo que participe en sus redes 5G e impidiendo el uso de componentes y software estadounidense que requiere para sus negocios de smartphones y redes.
Washington, instó a sus aliados a restringir o prohibir el uso de equipo Huawei en sus redes 5G, advirtiendo que Beijing podría utilizar la infraestructura de información para espionaje. Huawei ha negado en repetidas ocasiones que sus productos representen un riesgo a la seguridad nacional.
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Huawei es el principal proveedor de equipos de telecomunicaciones del mundo y la segunda marca más importante de smartphones detrás de Samsung. Pero las restricciones de Estados Unidos representan una gran amenaza a sus negocios y podrían retrasar la implementación de la red 5G a nivel mundial. La próxima generación de redes ultra rápidas impulsará todo desde vehículos autónomos a robots por red.
Rusia no comparte las preocupaciones de Estados Unidos sobre seguridad y parece no dejarse intimidar por la potencial disrupción a la cadena de suministro de Huawei.