CIUDAD DE MÉXICO (Expansión).- En los últimos meses medios, empresas y tecnológicas han hablado mucho de la aplicación de Inteligencia Artificial en procesos más diversos, desde hacer que un producto llegue a la audiencia correcta, hasta usar esta herramienta con fines médicos, sin embargo, en paralelo, también han surgido temas como que el exceso en la aplicación de este tipo de tecnología se vuelva un problema para los gobiernos o para las empresas a la hora de regularlo, pues como la inteligencia humana, el alcance de estos sistemas puede llegar muy lejos.
“El desafío, por lo tanto, es establecer algoritmos que produzcan un comportamiento ético o donde se pueda establecer como ético desde la perspectiva de los humanos”, indicó Alberto Otero García, líder de Inteligencia Artificial en everis América Latina.