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Sí, sí se pueden hackear tus juguetes sexuales

La hiperconexión de dispositivos ha provocado una revolución de desarrollos y servicios en el mundo, pero también ha abierto la entrada a un buen número de ciberataques.
mié 11 diciembre 2019 05:00 AM
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Los ataques a este tipo de dispositivos van al alza, como sucede con los dispositivos de IoT.

La industria sexual ha crecido en los último años impulsada por la tecnología y por una sociedad que cada vez está más conectada pero al mismo tiempo alejada, lo que ayuda a los desarrolladores de juguetes sexuales a generar nuevos productos, sin embargo esto también abre la puerta a que ciberdelincuentes entren a redes privadas o manipulen este tipo de sex toys.

“Vimos que los dispositivos de este tipo se conectan a internet y que no tiene ningún tipo de protección, por ello nos interesó porque además de comprometer el tema de los datos, puede incidir en la intimidad del usuario. A nivel técnico no es muy distinto a investigar dispositivos inteligentes como lavadoras inteligentes o aspiradoras, sin embargo se habla mucho menos del tema” indicó a Expansión, Cecilia Pastorino, investigadora de seguridad en ESET.

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Pastorino, junto a Denise Giusto, también investigadora de la firma de ciberseguridad ESET, decidieron investigar casos de hackeos a juguetes sexuales, donde encontraron que las principales formas de ataque son tres. La primera es que los ciberdelincuentes toman el control de los equipos, la segunda que vulneran el dispositivo y se toma el control de los equipos, lo que puede incidir en una lesión al usuario, y por último está el robo de datos y posterior chantaje o manipulación a los usuarios.

“Si el atacante puede tomar el control, se pone incluso a discusión otro delito, pues se trata de una violación, ya que el usuario no está dando consentimiento al ciberatacante de manipular el juguete. Además otro de los problemas que vemos es que al manipular los controles del hardware, se pueden manipular los niveles de calor y vibración de los productos lo que podría provocar una lesión en los usuarios” enfatiza Pastorino.

Además otro de los problemas que precisa la especialista en ciberseguridad es que en países donde este tipo de dispositivos están prohibidos o donde la homosexualidad es penada el acceso a este tipo de juguetes se puede hacer a través de bluetooth.

“Con una antena se puede saber el tipo de dispositivo que hay de una habitación a otra en un hotel lo que pone en riesgo a los usuarios en caso de que este tipo de diversidad sexual sea penado, además de que a nivel de prestigio e integridad, los usuarios pueden estar vulnerables”.

De acuerdo con la firma de análisis Statista, el sector de los juguetes sexuales ‘tecnológicos’ tendrá un valor mundial de 29,000 millones de dólares en 2020. Por lo que el crecimiento de la industria significa que se convierten en un sector atractivo para ciberataques, de acuerdo con los especialistas.

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“Casi no hay nada de consciencia en estos temas, nos ha pasado que en todas las conferencias que damos sobre el tema, los asistentes se sorprendieron con este tema, porque no se les había ocurrido que esto podía pasar, no hay consciencia alrededor de la vulnerabilidad que tiene cualquier equipo que se conecte a internet, tenga un software y un hardware, pues casi cualquiera se puede conectar y vulnerarlo” precisa Pastorino.

Ante este panorama, la especialista de ESET da recomendaciones para evitar un hackeo.

“La primera recomendación es ser muy consciente a la hora de elegir un juguete sexual de este tipo y sobre todo definir si vale la pena conectarlo a internet , si se decide por que sí, se recomienda elegir a empresas que tengan actualizaciones de seguridad y que tenga la suficiente robustez para evitar vulnerabilidades. Además de tener todos los cuidados que tengan que ver con el sexting y de saber con quién interactuar y con quien compartir el control de este tipo de juguetes, pues muchos de éstos se conectan a una URL especial que si se comparte puede ser usado por cualquier persona” asegura Pastorino.

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