“Hay varias ventajas en este formato de pago, sobre todo para que se apliquen en los países de la región donde es necesario hacer llegar apoyos de forma rápida a las poblaciones vulnerables y donde la dependencia del efectivo puede ser un problema por el riesgo de contagio. Además estas opciones pueden limitarse justo para el fin que tendrá el apoyo, por ejemplo si se busca dar apoyo a la alimentación se puede limitar que el canje de este apoyo se haga sólo para este fin, con el fin de evitar un mal uso”, indicó a Expansión, Ernesto Terríquez, director de Minsait Payments en México.
La solución que tiene esta vertical de negocio de Indra es facilitar la distribución de tarjetas prepagadas, donde es posible evitar el pago con contacto.
“Contamos con una infraestructura y varios centros de procesamiento para poder procesar este tipo de tarjetas de prepago, en Colombia o Chile ya tenemos habilitadas este tipo de tarjetas, en el caso de México se está habilitando un tipo de débito II con el fin de distribuir tarjetas virtuales y físicas, dependiendo de las necesidades de cada segmento de la población”, puntualizó Terríquez.