La disputa entre Facebook y el gobierno de Australia llegó a un momento de calma, pues ambas partes llegaron a un acuerdo para restaurar el contenido de noticias que se publica en la plataforma en ese país; sin embargo, la determinación se tomó gracias a una serie de condiciones que la tecnológica deberá cumplir.
La polémica inició con una iniciativa de regulación donde se refería un desequilibrio en los negocios de medios de comunicación y las plataformas digitales, pues estas son las que obtienen mayores ganancias por publicidad, aun cuando los usuarios interactúan con los medios de información.
Además, el proyecto de ley busca que las empresas de tecnología —no sólo Facebook— paguen a los medios de comunicación por difundir sus publicaciones, con el fin de compensar los ingresos que no obtienen en dichas plataformas.