“MagnaCerta es una empresa fundada por un grupo de veteranos de la industria de la tecnología, que lleva más de 30 años trabajando en solucionar misiones críticas de sistemas para diferentes industrias como la de software, petrolera, hospitalidad y turismo, entre otras. De hecho, el fundador de MagnaCerta, Paul Moritz, fue pionero en computación personal, llegando a ser el número 3 de Microsoft, debajo de Bill Gates y Steve Ballmer”, precisó Olvera.
¿Cómo funciona el certificado digital?
Después de hacerse una prueba de antígenos o de PCR, los laboratorios pueden emitir un certificado físico o digital para verificadores, o sea aerolíneas, agentes aduanales o personal que requiera de autenticación de un usuario.
“La manera en la que nosotros arquitectamos la solución es que no guardamos ningún tipo de dato en ninguna nube ni en servidores privados, esto por la privacidad del paciente, pero además porque debemos darle confianza a los laboratorios y gobiernos”, indica Olvera.
Cuando un laboratorio certifica que alguien es negativo a COVID-19 se genera un código encriptado que puede ser escaneado en físico o en digital.
“En 2020 se hicieron aproximadamente 1,000 millones de pruebas de diagnóstico para COVID-19, y se necesita vacunar a 6 billones de personas, algunas con doble dosis. Basado en este estimado, el valor total de mercado COVID-19 en cuanto a certificados digitales, es de aproximadamente 8 a 10,000 millones de dólares, en los próximos 3 años. La intención es después crecer a otro tipo de mercado, fuera de COVID-19”, precisa el directivo de MagnaCerta.
El costo por este tipo de certificados no se asume por parte de los usuarios, la idea de MagnaCerta, así como está sucediendo con los certificados verdes de la UE es que los laboratorios adquieran este tipo de validación.
“Se ha dado el problema de falsificación de pruebas, lo que nos pone a todos en riesgo. La idea es emitir un certificado digital una vez que se realiza una prueba, mismo que se puede portar tanto en papel como en digital y tiene una inscripción criptográfica que se puede validar”, señala Olvera.
En cuanto a la validez de los certificados, esto será definido por las aerolíneas, gobiernos u organismos que definan el tiempo que necesitan para validar que una persona está o no infectada por COVID-19. De momento MagnaCerta trabaja en México, Estados Unidos y en algunos países de África, como Etiopía y Ghana.