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La Olimpiada Mexicana de Informática cierra el rezago del país en ciencia

Desde hace 25 años, este concurso se ha organizado para visibilizar las capacidades de los jóvenes, que posteriormente pueden impactar en el desarrollo tecnológico del país.
jue 01 julio 2021 06:00 AM
La Olimpiada Mexicana de Informática impulsa el talento en carreras STEM
Imagen de la Olimpiada Internacional de Informática 2018, realizada en Japón.

El talento mexicano en áreas como la informática no suele estar a la vista de todos. Sin embargo, iniciativas como la Olimpiada Mexicana de Informática (OMI) , un concurso que existe desde hace 25 años en el país, forman parte de los esfuerzos por visibilizar las capacidades de los jóvenes, además de impulsar sus carreras y el desarrollo tecnológico.

De acuerdo con Alexis Cervantes, parte del comité administrativo del evento, uno de sus grandes propósitos es promover que más jóvenes se interesen en la computación y en las ciencias de la informática, pues eso impactará de manera positiva en sus carreras, independientemente de si se dedican a algo relacionado, ya que tendrán más herramientas para resolver problemas cotidianos.

Además, si los estudiantes deciden orientarse hacia alguna carrera STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), destaca, podrán contribuir a que México desarrolle sus propias tecnologías.

Para Cynthia Naely López Estrada, una joven guanajuatense de 16 años que ha participado en este concurso desde los 12, la OMI es de suma importancia, pues no sólo le ha permitido conocer amigos con gustos afines a los suyos, sino que también permiten cambiar el enfoque de la educación y ver a la ciencia y tecnología como disciplinas divertidas.

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Este tipo de competencias “dan una visión distinta de lo que es la ciencia, dan una visión que hace que te gusten estas disciplinas”, comenta Cynthia con entusiasmo, mismo que comparte a Alexis, quien concuerda con esa descripción y agrega: “Estas competencias permiten cambiar el enfoque de la educación. En ellas no se trata de memorizar, sino de aplicar los conocimientos para solucionar problemas; replican la vida real”.

Si bien entrar a este tipo de concursos puede ser complejo, el apoyo de la familia es indispensable. En el caso de Cynthia, sus padres le enseñaron a resolver situaciones a partir del pensamiento lógico-matemático desde pequeña y participar en la Olimpiada era un paso casi natural, pues también quería demostrar al mundo de lo que era capaz.

Sin embargo, al llegar a sus primeras pruebas, Cynthia se dio cuenta de que no era un espacio donde sólo se competía, sino que también encontró un sitio para compartir gustos, conocer gente y darse cuenta de que no es la única que gusta de este tipo de actividades, que ha mejorado su autoestima.

Respecto a esto, Andrea Santillana, quien también es parte del comité de la OMI y participó en ella en 2007, dice que en este tipo de eventos se encuentran a amigos para toda la vida, los cuales, también llegan a fungir como contactos para generar una red de apoyo en el mundo laboral.

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Según cifras del estudio El estado de la ciencia en el mundo , elaborado por 3M, en México ha habido un creciente entusiasmo de la juventud hacia estas carreras, pues el 92% de los encuestados dijo que se necesitan más personas en los campos científicos.

En este sentido, tanto Cervantes como Santillana explican que quienes participan en la OMI no tienen la obligación de dedicarse a una carrera relacionada, aunque, acotan, los conocimientos adquiridos, como saber programar, se pueden utilizar en cualquier ámbito y permiten el progreso profesional.

“La programación sirve para muchas otras cosas”, asegura Santillana. “El pensamiento lógico ayuda a resolver problemas en cualquier área y eso ayuda a ser buen profesionista en cualquier campo y, además, en cualquier disciplina puedes aplicar la tecnología. Eso, al final, contribuye a que México tenga mejores profesionistas”.

Las brechas que la OMI busca cerrar

La OMI se limita a alumnos de un nivel menor al de preparatoria y se desarrolla en etapas, desde pruebas generales hasta exámenes mucho más específicos en cada estado, los cuales funcionan como filtros para seleccionar a los representantes del país en la Olimpiada Internacional de Informática.

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Acerca de su organización, Santillana apunta que entre más participaciones tenga un joven, más probabilidades tiene de ganar algún puesto, pues conoce las dinámicas, así como los softwares de trabajo. No obstante, destaca que en este año se organizó por primera vez la edición femenil, con el fin de enviar a una representante a la Olimpiada Femenil Europea de Informática (OFEI).

Esta edición, explica Santillana, se llevó a cabo con el objetivo de impulsar a las niñas y jóvenes en un sector donde no tienen tanto apoyo. “No se realizó porque las mujeres no puedan competir en la categoría mixta, sino que se enfoca en que ellas para potenciar y aprovechar su talento”, puntualiza.

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apuntan que únicamente el 9% de las niñas mexicanas piensan elegir carreras STEM, mientras que sólo el 12% de todas las que entran a esta área logran graduarse .

Con estos esfuerzos, agrega Santillana, quien lleva trabajando ocho años como programadora, “buscamos que exista un ambiente apropiado para promover la participación de las mujeres”.

Por su parte, Cynthia relata que en sus cuatro participaciones no ha padecido un trato diferencial por su género, sin embargo, no profundiza en el tema, pues dice estar más enfocada en competir y en aprender más para representar a su país en el extranjero. Durante su participación en la EFOI, celebrada en Zúrich, Suiza, Cynthia obtuvo medalla de plata.

Asimismo, apunta Alexis Cervantes, a través de la Olimpiada se busca el talento, mismo que está disperso en todo el país y puede cambiar vidas, así como influir en la economía del país. No obstante, asegura que para ello necesitan mayor difusión.

Necesitamos visibilizar a personas que se han convertido en modelos a seguir, como Cynthia”, apunta el organizador, quien señala que la participación de empresas para apoyar el proyecto es vital para seguir impulsando a los estudiantes, como Auronix, la cual funge como patrocinador del concurso.

Santillana comenta la necesidad de cambiar el enfoque sobre las empresas de tecnología en México, pues dice que aún existe una percepción de que estas sólo “hacen talacha, pero hemos visto que existen cada vez más empresas que desarrollan sus productos y pueden competir con extranjeras”.

Esa visión es parte de un problema estructural, puntualiza Santillana, pues a partir de esa idea es muy fácil que las grandes compañías tecnológicas acaparen al talento olímpico y, por lo tanto, “debemos motivar el crecimiento de las empresas nacionales para que acojan a ese talento en vez de que se vaya”.

Cynthia, por otro lado, reflexiona que es necesario seguir empujando el talento para desarrollarlo sin importar que se encuentre dentro de una competencia o no. “Después de los eventos, los maestros pierden el interés por seguir enseñando o los entrenamientos más exigentes se quedan para los mejores y si alguien quiere aprender más se encuentra con una barrera”, problematiza la joven. “El chiste es poder seguir aprendiendo aunque no se compita”.

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