Entre las tareas que podrán llevar a cabo con mayor rapidez se encuentran optimizar el aprendizaje automático o modelar nuevas moléculas y materiales, mismos que se pueden usar en áreas desde la industria energética hasta el proceso de descubrimiento de fármacos.
Para lograr este avance, los investigadores de IBM desarrollaron innovaciones pioneras en sus procesadores cuánticos existentes, como un diseño de disposición de qubits para reducir errores y una arquitectura para disminuir el número necesario de componentes.
Además, es el primer procesador cuántico de IBM cuya escala hace imposible que una computadora clásica simule de manera confiable. De hecho, el número de bits clásicos necesarios para representar un estado en el procesador de 127 qubits excede el número total de átomos en los más de 7.500 millones de personas en el mundo.
“La llegada del procesador 'Eagle' es un gran paso hacia el día en que las computadoras cuánticas puedan superar a las computadoras clásicas en aplicaciones útiles”, dijo Darío Gil, vicepresidente Senior y director de investigación en IBM. “La computación cuántica tiene el poder de transformar casi todos los sectores y ayudarnos a abordar los mayores problemas de nuestro tiempo”.