Para esta ocasión probamos la MacBook Pro de 14 pulgadas con Chip M1 Pro. Sobre la pantalla Liquid Retina XDR hay mucho que decir también, ahora con colores más brillantes y negros más negros gracias a los mini-LED. En términos de brillo tiene 1,000 nits promedio y puede llegar a un máximo de 1,600 nits. Esto significa que no necesitamos tener el brillo al máximo para disfrutar de una buena experiencia y podemos aprovechar la automatización del brillo que provee la Mac por sí misma.
Ahora, sobre la promesa de Apple sobre un mejor rendimiento en esta nueva versión del chip M1. Lo primero que noté es que esta es una computadora que va enfocada en el sector profesional y más allá, en el sector creativo que requiere de máxima potencia para editar videos en 8K, crear piezas complejas de audio con cientos (o miles) de tracks, retocar fotografías o generar aplicaciones. Si lo que buscas es una buena computadora para procesadores de texto o navegadores, la verdad es que no estarías utilizando las posibilidades de la nueva MacBook Pro.
Ya desde la versión anterior de la MacBook Pro notamos que las aplicaciones nativas y de terceros tenían una buena respuesta para abrir y permanecer abiertas en la computadora sin restarle mucho rendimiento, incluso si tienes programas “pesados” como la suite de Adobe o Final Cut, más navegadores y otras apps al mismo tiempo. Toma segundos abrir una aplicación, cambiar de una a otra no causa problemas, ni tampoco manipular los archivos que tienes dentro de ellas.
Otro punto clave a esto es que ahora tiene una tasa de refrescamiento dinámica de hasta 120 HZ que en el mundo de Apple se conoce como ProMotion. Esto permite que cuando estés manipulando archivos pesados de video esta tasa suba, pero cuando estés navegando en internet o leyendo mensajes dentro de tu Mac esta pueda bajar y así mejorar el rendimiento. Siempre tienes la posibilidad de seleccionar una tasa fija desde la configuración, aunque creo que eso no es tan necesario y funciona bien la adaptación elegida por la computadora.