La empresa, que hasta su compra el día de ayer se colocaba como la cuarta compañía más importante de la industria de los videojuegos, está detrás de Tencent, compañía china dueña de los estudios responsables de League of Legends y Fortnite, además de Sony y su ahora dueño, Xbox.
Sin embargo, a pesar de esta relevancia económica y de haber declarado más de 8,000 millones de dólares en ganancias en el 2020, atravesaba una crisis interna, mediática e incluso de juegos.
Primero, el CEO de la compañía, Robert Kotick, fue señalado como parte de los problemas de acoso laboral y sexual que sufría la empresa desde hace años. Esta problemática los ha hecho acreedores de multas y de investigaciones, donde incluso relaciones de marketing y comerciales han sido suspendidas hasta no tener resolución al tema. Por citar un ejemplo, LEGO suspendió la producción de las figuras armables de Overwatch 2 hasta no tener una resolución del caso de acoso que tiene la empresa.
Segundo, los juegos de cierre de año no tuvieron la recepción ni el alcance esperado. Call of Duty Vanguard, fue recibido de forma muy simple y no logró los resultados en críticas, cobertura o ventas esperados para la franquicia más vendida de la compañía. Mientras que Overwatch 2 ha sido retrasado múltiples veces, y el juego que se esperaba para el 2021, aún no tiene fecha definitiva en 2022.
Además de estos problemas, Microsoft ha tenido un foco muy especial por los juegos en línea y por diversificar su portafolio de títulos. O sea, más allá de buscar ser una empresa vendedora de consolas, los expertos apuntan a que busca ser un generador de contenido multiplataforma, en especial en la tendencia por los juegos en el metaverso.
La compra de Activision por parte de Microsoft acelerará más acuerdos en la industria, ya que las grandes empresas de tecnología buscan ampliar sus ofertas para el consumidor mediante la adquisición de estudios y desarrolladores de juegos que atrajeron a los jugadores durante la pandemia. “También ayudaría a la compañía a ingresar en los espacios de transmisión y metaverso”, indicó Niklas Melcher, analista de NewZoo.
Si bien están comenzando a surgir juegos de metaverso de nicho más pequeños, tres de los títulos de metaverso más grandes son, sin lugar a dudas, Fortnite, Roblox y Minecraft. Dos de estos de Tencent y uno de Microsoft.
Un camino definido
Durante el 2021 vimos a Xbox hacer varios movimientos para reforzar su sistema de suscripción. Empezando por lanzamientos como Psychonauts 2, Forza Horizon 5 y Halo Infinite, en exclusiva y desde el primer día para los suscriptores de la plataforma, algo que puede replicar en títulos como los que tiene Activision Blizzard en su catálogo.
Empezando con la adquisición de Bethesda en el 2020, que significó un costo de 7,500 millones para la compañía de Bill Gates menos del 10%, la adquisición de Activision Blizzard viene a complementar un catálogo de por sí en expansión y que sumará nuevos juegos en desarrollo y la inclusión de todo el repertorio anterior de la compañía.
Además de contenido está el tema de sumar los usuarios, pues la empresa Xbox anunció que tiene 25 millones de usuarios pagados de Game Pass, una cifra aún lejana de los 400 millones de jugadores mensuales activos que tiene en conjunto entre todos los juegos de ATVI.
Aunque la venta se consolidará hasta el 2023, en donde las mismas compañías anunciaron que mantendrán su independencia y seguirán el proceso de adquisición con los mismos equipos creativos, en los próximos meses seguramente tengamos más noticias sobre los planes de inclusión de los juegos en el ecosistema Xbox. Similar a lo que pasó con Bethesda donde hizo frente a sus compromisos con otras plataformas, incluso cuando ya había sido adquirido por Microsoft.