El 14 de febrero está cerca y, para muchos solitarios, es hora de hacer match en las aplicaciones de citas. Pero esta época también es aprovechada por los defraudadores en todas partes del mundo. Aquí te traemos algunos consejos para que no te quiebren el corazón, ni arruinen tus finanzas.
Tan solo en 2021, el FBI (la agencia de investigación federal de Estados Unidos) recibió más de 1,800 reportes de estafas relacionadas con citas románticas online y aplicaciones para encontrar pareja.
Los criminales suelen hacerse pasar por atractivos hombres o mujeres extranjeros y enamoran a sus víctimas, creando un vínculo emocional profundo, con promesas de un encuentro o hasta de casamiento. Pero de pronto surge una “emergencia”, solicitan dinero para salir de un apuro y, tras lograr su objetivo, se esfuman de la red.
Otra modalidad es aquella donde los ‘casanovas’ se hacen pasar por benefactores o voluntarios de alguna buena causa y, tras enamorar a su víctima, le piden algún tipo de “donación”, aludiendo a los buenos sentimientos, la compasión o la caridad.
Las ‘estafas del amor’, según el FBI, hicieron perder a varios estadounidenses la cantidad de 131 millones de dólares, en total, durante el año pasado.
Sin embargo, la situación ya fue detectada por aplicaciones como Tinder y la empresa ya emitió una serie de recomendaciones para que sus usuarios eviten caer en este tipo de estafas.
De acuerdo con el newsletter de Tinder, hay algunas acciones básicas que los usuarios pueden llevar a cabo para proteger sus datos, su intimidad y su patrimonio de los delincuentes.
Los estafadores suelen utilizar fotos de perfil falsas. Una forma de detectarlo es utilizando alguna herramienta de búsqueda inversa de fotografías en internet. Puedes utilizar la búsqueda de imágenes de Google, para saber si esa foto pertenece, en realidad, a otra persona.
No obstante, algunas veces los delincuentes invierten la fotografía para ‘esquivar’ al robot de Google, pero hay algunas aplicaciones que puedes descargar para revertir esta trampa y buscar la fotografía original en internet, en caso de que se trate de una trampa.
El amor entra por la vista, no cabe duda, pero si bien es válido mostrar lo mejor que tienes, no es necesario ser ostentoso. Es peligroso subir fotografías que faciliten identificar tu ubicación exacta o las rutas que utilizas todos los días. Tampoco se recomienda presumir la riqueza o los lujos con los que se puede llegar a vivir. Eso atrae a los estafadores.
Además, si tienes fotos íntimas y, al mismo tiempo, facilitas un modo de identificación personal, puedes ser víctima de extorsión.
Si sigues tu buen juicio y detectas que algo está evidentemente mal, solo hay una cosa que hacer, según Tinder: bloquear y reportar al usuario sospechoso.
Si comienzas a sospechar de algo, puedes hacer preguntas específicas. Los delincuentes suelen inventarse fachadas de vida que se desmoronan ante cuestionamientos más profundos. Detecta inconsistencias, lagunas en las narrativas y respuestas exageradamente vagas.
Al llegar a este punto, puede ser que confíes mucho en la persona con la que hiciste match pero que está a cientos de kilómetros o simplemente no has podido ver en persona por alguna cuestión. Pero nunca transfieras dinero ni proporciones tus datos bancarios. La advertencia parece obvia, pero, por alguna razón, es recurrentemente difundida por autoridades como el FBI.
