“Brian, tengo una idea para ganar unos dólares extra; remodelar nuestro departamento en un ‘bed & breakfast de diseñador’ y ofrecer a los diseñadores que vienen a la ciudad un espacio para crear, con internet, un escritorio, un colchón y un desayuno todos los días, ha!”. Este fue el correo que Joe Gebbia mandó a Brian Chesky en 2007; una idea que terminó convirtiéndose en una compañía que genera 3,000 millones de dólares anuales: Airbnb.
Desde entonces Airbnb se ha posicionado como una de las principales plataformas para encontrar alojamientos en casi cualquier parte del mundo. Pero aunque esta compañía ofrece una alternativa a la manera en que viajamos, no deja de ser una experiencia muy distinta a la que puede ofrecer un hotel.
Airbnb: ¿Qué es y cómo funciona?
Una compañía que genera billones de dólares al año no se creó con un simple correo electrónico. Brian Chesky y Joe Gebbia en realidad comenzaron rentando colchones inflables porque la renta en San Francisco, ciudad donde vivían, era insostenible.
Se conocieron estudiando en la escuela de diseño Rhode Island School. En una ocasión se enteraron que habría un gran evento de diseño en la ciudad, lo cual saturó los hoteles, por lo que decidieron comprar tres colchones inflables más y ponerlos en renta dentro de su loft. Poco a poco la idea se fue afinando.
Airbnb se fundó oficialmente en 2008 y la dinámica es la siguiente: una persona pone en renta temporal su casa, cuarto extra, departamento, cabaña o hasta jardín; pasa por los filtros de la compañía, y si son aprobados, los viajeros pueden encontrar este establecimiento a través de su plataforma, ya sea por medio de la página web o la aplicación móvil.
El establecimiento debe de contar con fotografías claras y nítidas, una descripción de lo que se va a encontrar, un aproximado de la ubicación, las amenidades que ofrece, las fechas disponibles para rentar y un breve perfil de la persona que renta.
Esto ha permitido que Airbnb se destaque por la variedad de sus alojamientos. El viajero puede encontrar desde una casa de diseñador de lujo por más de 3,000 dólares la noche, hasta un pequeño cuarto básico en un departamento por 30 dólares. El trato se lleva directamente con el propietario desde la aplicación y cada establecimiento contará con características y reglas distintas.