Una recomendación de la experta es que cada 20 minutos de uso de una tableta, celular o computadora se haga una pausa y se descanse 20 segundos viendo a lo lejos (20 pies o seis metros), antes de volver a mirar la pantalla, además de limitar el uso de este tipo de dispositivos en el día a día y sólo utilizarlos cuando sean necesarios.
Mientras que una investigación de la Unesco, para establecer el momento en el que un niño debe usar un teléfono indica que lo primero que se debe hacer es tener en cuenta que no existe una única edad universalmente aceptada en la que los expertos digan que los niños deberían tener teléfonos móviles.
Una buena regla general es 13 años de edad, y es la base general. Sin embargo, los padres tendrán que tomar esa decisión por sí mismos, en función de la madurez del niño y otros factores.
También es importante recordar que antes de traer cualquier dispositivo de alta tecnología a su hogar, es fundamental establecer reglas y pautas que rijan su uso y qué contenido es apropiado para consumir y compartir. Eso significa tomarse el tiempo para especificar con sus hijos a cuánto tiempo de pantalla tendrán acceso diariamente.
¿Cómo se especifica este tiempo?
Aquí hay algunos puntos importantes a considerar y preguntas que debe hacerse al contemplar si sus hijos deberían tener teléfonos celulares:
¿Se ganará o se perderá tiempo de pantalla?
Los niños deberán de saber para qué y de qué manera se dará uso al smartphone y a partir de estas reglas se podrá recompensar.
Cuándo y dónde es apropiado usar dispositivos de comunicación para niños.
Aquí padres e hijos deberán tener cuidado en la moderación y restricción a sitios que tendrán y los lugares donde se podrán usar los smartphones.
Si los teléfonos deben apagarse en ciertos momentos del día, como una hora antes de acostarse y durante el desayuno o la cena.
Con el fin de que no exista una sobre estimulación hacia los menores.
Tenga en cuenta que introducir varios dispositivos de comunicación para niños en su hogar también significa tener que comprometerse a hacer su tarea como padre, ya que estos dispositivos y aplicaciones y sus respectivas capacidades siempre están cambiando.