Esto en un intento por generar ingresos después de perder 200,000 suscriptores en el primer trimestre de 2022. Este intento generó incertidumbre y disgusto entre los consumidores.
En abril, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual de Perú pidió a la compañía en streaming definir “hogar”, antes de cobrar dicha cuota extra.
Como parte de su política para la prevención de conflictos, recomendó a Netflix accionar buenas prácticas para evitar incurrir en denuncias y reclamos por parte de los usuarios.
“El actual desarrollo de la plataforma de streaming forma parte de la información que tomaron en cuenta los usuarios al momento de determinar su elección de consumo”, dice el instituto en referencia a que los consumidores no sabían de este cobro extra al momento de contratar Netflix.
Las autoridades peruanas se reunieron con sus pares de Chile y Costa Rica, países afectados por la nueva política de Netflix.
Y la postura de los tres entes fue enfatizar la importancia de la información oportuna para los usuarios sobre cualquier cambio en la tarifa o funcionamiento del servicio de Netflix.
Además, anticiparon que habrá quejas y reclamaciones por parte de los usuarios y pidieron a la empresa habilitar canales para canalizarlas.
En un informe de Rest of World, indica que, “por primera vez” Netflix definió “hogar” como exclusivamente las personas con las que vive un suscriptor. Y, tras hablar con más de una docena de consumidores de Netflix de Perú, la mayoría dice que más de dos meses después de que se anunció la política de cobro extra, “no han recibido mensajes uniformes sobre los nuevos cargos ni parecen estar sujetos a las mismas políticas”.