Contar con loot boxes -costos adicionales para conseguir mejoras aleatorias- es una práctica común actualmente dentro del mundo de los videojuegos, pero en España consideran que esta actividad debe ser regulada, principalmente por el impacto que tienen en los niños, ya que han sido comparadas con juegos de azar.
Hace unos días, el ministro de Consumo de España, Alberto Garzón, dijo que su país presentará una ley específica para controlar estas cajas de recompensas centrándose en garantizar la salud de los gamers más vulnerables: los niños, quienes pueden tener conductas “irreflexivas, compulsivas o incluso patológicas”, dijo el funcionario.
Las afirmaciones del ministro español encuentran un respaldo en un informe elaborado por 20 organizaciones de consumidores en 18 países de Europa, donde detallan que estas cajas tienen un “diseño engañoso”, además de que “explotan sesgos cognitivos o de comportamiento para incentivar el gasto”.