“El enfriamiento de la demanda obligará a las empresas a diferenciarse aún más. Con la mayoría de las características cada vez más comunes entre los dispositivos, las compañías tendrán que convencer a los clientes de que se actualicen con las mejores experiencias de su clase”, dijo el director de dispositivos móviles y RA/RV de IDC, Ramón Llamas.
De acuerdo con el especialista, de ahora en adelante el mercado de los wearables no exigirá únicamente nuevos softwares y hardwares, sino también la integración de servicios que “sorprendan y deleiten, y que mantengan a los clientes comprometidos”.
La firma también informó que los wearables para la muñeca (relojes y pulseras) cayeron un 4% durante el primer trimestre. La disminución general se dio a causa de las pulseras, cuyo rendimiento tuvo una caída del 40.5%., mientras que los smartwatches crecieron un 9.1% y acapararon el 28% de la cuota del mercado global.
Por otra parte, la categoría de los audífonos también sufrió una desaceleración, ya que sólo tuvo un crecimiento del 0.6%. La explicación al respecto también tiene relación con la pandemia, pues fue uno de los dispositivos que tuvo mayor auge en este periodo, debido a las condiciones del trabajo remoto.