No hay que remontarse a décadas pasadas. En 2018, la Unión Nacional de Padres de Familia manifestó su descontento por el contenido de los libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública, que insistían que “pueden confundir a los menores si permitimos que contengan ideología generista y conceptos como derechos sexuales, que no existen en ningún tratado vinculante”.
Sin embargo, las dudas en los menores están ahí y Faurí Aguirre, especialista en educación sexual y género, compartió: “las clases de educación sexual no son de sexualidad. Son de biología. No te hablan de educación sexual en el sistema escolar. Desde ese punto es una ventaja que, al menos en redes, empiecen a surgir figuras que te hablan de la sexología, de la sensualidad, que te van abarcando toda esta gama de la que no nos hablaron”.
De acuerdo con Aguirre, el que los menores estén buscando la información en redes sociales que no reciben ni en casa ni en la escuela, también abre la puerta a otro tipo de riesgos.
Las marcas: ¿educación o publicidad?
El perfil de TikTok de Trojan, la marca de condones, cuenta con más 14,000 seguidores y, de acuerdo con su biografía, su propósito es promover una vida sexual segura, saludable y divertida.
El primer TikTok que realizaron se tituló “pretextos” y en este, insertan condones en un pepino, un plátano, un brazo y hasta una pierna para demostrar que los condones “no aprietan”.
De acuerdo con Rodolfo Rodríguez, gerente general de salud sexual en Trojan México, esto puede convertirse, incluso, en una herramienta que pueden utilizar las personas cuando les dicen que no quieren usar condón, pues pueden decir “lo vi en un TikTok de Trojan”.
Rodríguez compartió: “No es fácil tener publicidad de condones, de salud sexual, en plataformas de redes sociales. Ahí, lo que Trojan está haciendo es cautivar a la audiencia con algo mucho más divertido y tropicalizado a la cultura mexicana”.
@trojan_mx No te aprieta 🙄 no te hagas... #Trojan #cond0n #Pretextos #Hacks #infotiktok ♬ Rhinestone Eyes - Gorillaz
Por otro lado, Meibi es una marca que vende juguetes sexuales y en su perfil de Instagram publican tutoriales sobre cómo sacar el máximo provecho a los juguetes sexuales, así como publicaciones que hablan sobre consejos e información de salud sexual en general. Por ejemplo, “tres cosas que no sabías del clítoris” o una crítica a los jabones íntimos, pues solamente existen para vulvas y no para penes.
De acuerdo con Aguirre, el que las marcas informen sobre sexualidad en redes sociales tiene ventajas y desventajas.
“Su ventaja es que hay mucha credibilidad en la información que da una marca. Eso te ayuda porque, de entrada, dices que va a estar fundamentada. Pero lo que no tenemos que olvidar es que uno de sus intereses es vender su producto. Qué maravilla que te lo vendan por placer o por evitar una enfermedad de transmisión sexual. Pero lo siguen haciendo con el objetivo de vender”, compartió.
Aguirre complementa que parte del problema de las marcas es que siguen siendo falocentristas y su narrativa sigue siendo penetrativa y binaria. “Es un trabajo que aún hace falta a las marcas. Además, así puedes ofrecer muchas más opciones con tus propios productos. Solo es cambiar el marketing. El llegar a abrirse al resto de la comunidad LGBTQ+ y decir: aquí están todos los usos de nuestros productos, cambiar el contenido y ajustarlo a todas las gamas”.