Las dos compañías ya están estrechamente alineadas. Netflix eligió a Microsoft como su socio publicitario para un nuevo servicio de suscripción con publicidad. El presidente de Microsoft, Brad Smith, también forma parte de la junta de Netflix. Parte de la justificación de un acuerdo es que Microsoft quiere ofrecer un servicio de transmisión de videojuegos en múltiples dispositivos.
Netflix tiene sus propios planes en el tema de gaming. En 2022, la compañía codirigida por Reed Hastings se hizo con el desarrollador Spry Fox, su sexto estudio interno. Convertirse en parte del imperio de Microsoft impulsaría esas ambiciones. Un paquete con transmisión de TV y juegos juntos no es difícil de imaginar.
Con un valor de mercado 13 veces mayor que el de Netflix, a principios de diciembre, Microsoft puede pagar 1.8 billones de dólares por la empresa de streaming. Sin embargo, sería difícil encontrar ahorros de costos significativos. Y después de gravar los 8,000 millones de ganancias operativas que los analistas proyectan para Netflix en 2024, el retorno de la inversión implícita sería solo la mitad de su costo de capital promedio ponderado del 8%, según los analistas de Morningstar.
A pesar de que el rumor crece, Microsoft está ocupado luchando contra la FTC para concretar la compra de Activision desde el 8 de diciembre, cuando la compañía recibió un argumento del regulador que busca disolver la compra por 69,000 millones de dólares.