Una de las industrias que presume tener más inclusión en su fuerza laboral es la de las big techs, y aunque los avances se han dado, aún queda un reto importante de paridad: mujeres especializadas en las áreas tecnológicas.
Un informe de Zippia, hecho en 2022, señala que la grandes empresas de tecnología tienen un 34.4% de participación en la fuerza laboral de sus compañías, y aunque de 2020 avanzó este porcentaje un 6.4%, los puestos técnicos siguen sin ser ocupados por mujeres.
En México, un estudio de Page Group señala que el déficit de profesionales en carreras STEM es de 33,500 profesionales, esto a pesar de que el país es el segundo de la región con mayor talento digital y el que presenta una mayor tendencia de incremento, ya que pasó de 180,509 egresados en 2016 a 219,322 en 2019, un incremento de 21.5%.
Y si se pone la lupa a las áreas de tecnología, de acuerdo con un estudio del Project Management Institute (PMI), los gerentes de proyectos masculinos superan en número a las mujeres por una diferencia del 58%. Además, a nivel mundial, las mujeres ganan alrededor de un 20% menos que los hombres por trabajos de igual valor.
“En sectores relacionados con la tecnología, como telecomunicaciones o TI, estamos cerca de una proporción de 8:2. Si bien esta evidente disparidad tiene implicaciones negativas inmediatas para los equipos de proyectos (el 88 % de los profesionales de proyectos afirma que tener equipos diversos aumenta el valor), también puede ser la clave para resolver una crisis en curso para las organizaciones”, señaló Caroline Latorre, líder de impacto social en PMI.
A pesar de que existe una falta de talento y de que la demanda de perfiles de tecnología creció a raíz de la pandemia un 60%, las oportunidades para estos perfiles femeninos siguen siendo escasas, con un total de 19.7% de puestos STEM ocupados por mujeres en el país.
Además de tener menos ocupación, en algunas empresas se mantiene una brecha salarial relevante, de acuerdo con PMI. En el caso de Brasil, la diferencia salarial alcanza el 17%, lo que lo ubica en el cuarto lugar del ranking, que incluye a 18 países. En primer lugar se encuentra Colombia, donde la desigualdad de valores alcanza el 24% de los casos. México (23%, con el segundo lugar) y Perú (16% en sexto lugar) están cerca en la tabla.
En otras palabras, el mercado latinoamericano es uno de los más desiguales en términos de género.
“A pesar de que la presencia femenina es menos en la fuerza laboral de dirección de proyectos, las mujeres informan que usan métodos ágiles y enfoques híbridos con más frecuencia que los hombres y es más probable que trabajen para organizaciones que los aplican”, apunta PMI.
