En el campo de la Inteligencia Artificial generativa, las aplicaciones como Dall-E, ChatGPT o Lensa se convirtieron en la sensación de internet por sus capacidades de crear imágenes o textos a partir de las peticiones de los usuarios; sin embargo, se trata de sistemas que reproducen sesgos de género y tienen un impacto negativo sobre las mujeres.
Lensa, por ejemplo, es una aplicación desarrollada por Stable Diffusion que se hizo popular por generar diferentes versiones de las personas a partir de sus selfies. En el caso de los hombres, estos se veían como astronautas o personas exitosas, pero a las mujeres los resultados las hipersexualizaba sin siquiera haber subido fotos con esas características.
Una investigación del diario The Guardian usó fotos de hombres y mujeres en ropa interior, haciendo ejercicio o usando pruebas médicas con desnudez parcial. Los hallazgos fueron que los algoritmos de Google, Microsoft y Amazon etiquetaron las imágenes de las mujeres en estas situaciones cotidianas como sexualmente sugerentes a comparación de las de los varones.