El también líder de Tesla, indicó que la aventura de dirigir Twitter ha sido una suerte de ruleta rusa, donde el objetivo que ha tenido ha sido mantenerla a flote y buscar que anunciantes vuelvan a la empresa, algo que también ya empieza a suceder.
“Los anunciantes empiezan a volver (...), pero este trabajo ha sido muy estresante, a un nivel que incluso duermo en un sofá dentro de las oficinas”, precisó Musk.
Musk adquirió Twitter por 44,000 millones de dólares, después de una serie de idas y venidas entre la red social y el empresario, quien tras anunciar la compra buscó deslindarse de la misma.
Durante gran parte de la plática que sostuvo Musk con Clayton, el empresario se mostró determinante en que la gestión que ha llevado dentro de Twitter ha buscado generar ganancias y en muchas declaraciones incluso tuvo un tono sarcástico, donde sentenciaba que por encima de la moderación de contenido, está la libertad de expresión.
“Busco que la red se vuelva lo más transparente posible, incluso si eso ha significado etiquetar a la BBC como un medio financiado por el gobierno”, una declaración de Musk que fue revirada por el periodista de tecnología de la BBC, quien le indicó al empresario que el medio de origen inglés es financiada con recursos de parte de las licencias que otorga para que el público pueda consumir sus contenidos.
Parte del contexto en el que se logró tener esta conversación fue que el medio inglés buscó a la empresa para que no fuera etiquetada en la red social con este símbolo de ser parte del gobierno, sino como un medio independiente.
Otro de los temas polémicos que trató Musk fue el despido masivo que sufrió la firma hace unos meses. Sin embargo, indicó que de no existir este recorte, “el barco se hubiera hundido”.
También señaló que aunque gestiona la empresa, él no es el CEO de la compañía y quien lleva las riendas de la misma es su perro Floki, un Shiba Inu que ha acompañado al empresario desde hace poco más de seis meses en la empresa.
“Yo no soy el CEO de Twitter, es mi perro”, apuntó Musk en tono satírico.
Hace unos meses, el empresario hizo un sondeo desde su cuenta de Twitter donde preguntó si era quien tenía que seguir al frente de la empresa. El 57% de los participantes se inclinó por que dejará de ser CEO, contra 43% que optaron porque se mantuviera.
En total, participaron más de 17.5 millones de tuiteros, a quienes dijo que acatará el resultado.
Musk también reconoció uno de los errores que llevaron a la empresa a tener fallas, pues en diciembre uno de los cierres de un centro de datos de Twitter llevó a que muchos servidores fallaran y por ende anunciantes y usuarios reclamaron esta situación.
“Algunas decisiones han sido bastante catastróficas”, apuntó Musk.