Rostros 'perfectos': el debate sobre los filtros de belleza en los teléfonos
Cada vez es más común ver cámaras de teléfonos con filtros de ‘belleza’ incluidos. Sin embargo, expertos alertan que los adolescentes son los principales afectados y urgen a su regulación.
Andrea C. tiene 24 años, una liposucción, ‘baby botox’, relleno de labios y gasta aproximadamente 10,000 pesos mensuales en tratamientos de belleza. Diario sube fotografías a sus redes sociales y, de acuerdo con ella, nada puede terminar en Instagram sin pasar por retoques. “Pero yo no edito mis fotos tanto como mis amigas”, dice. Y la industria de los smartphones lo sabe.
Con el auge de la Inteligencia Artificial, numerosas marcas, principalmente asiáticas, comenzaron a utilizar esta tecnología para implementar “filtros de belleza” en sus teléfonos, los cuales varían en relación a la marca.
Por ejemplo, Vivo cuenta con teléfonos que tienen más de 15 herramientas, entre las que se encuentran “adelgazar”, “blanqueado” o “remodelado facial”; Huawei y Honor cuentan con opciones como “tono”, que despliega ocho tipos de colores para cambiar la piel, entre los cuales el más oscuro es un café claro; Samsung tiene la opción “suavidad de piel” que sirve para eliminar arrugas, lunares y dar el efecto de una piel tersa.
Pero, de acuerdo con Andrea, lejos de mejorar su autopercepción, esto ha deteriorado su salud mental. “Te puedes ver de otro mundo, pero son características que no son reales en nadie”, dice.
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Adolescentes más ‘bellos’ y ‘deprimidos’
De acuerdo con Honor, el “Modo Belleza” está hecho para servir a sus consumidores, “sin hacer distinción y sin favorecer ningún estándar de belleza particular”. También compartieron que este modo es resultado de algoritmos de fotografía computacional que “han sido entrenados usando más de 270,000 referencias de imagen, que a su vez consideran los rasgos faciales de decenas de nacionalidades distintas”.
En el caso de Vivo, los algoritmos que utilizaron para este modo se entrenaron a través de casi un millón de retratos mediante machine learning. “Todos estos retratos son trabajos con un nivel profesional que respeta los estándares de publicidad y que son retocados por nuestro equipo de diseño y fotografía”, compartieron. Oppo, Samsung y Motorola prefirieron no compartir una postura sobre este tema.
Sin embargo, la doctora Cristina Curiel, psicoanalista y miembro de la sociedad Psicoanalítica de México, menciona que cuando un usuario pone el ‘modo belleza’ o ‘blanqueamiento’ y distorsiona su imagen, “lo que está informando es cómo debería ser” y determinar lo que es socialmente aceptado.
De acuerdo con ella, el que los teléfonos integren estos filtros en sus cámaras afecta cualquier iniciativa que intente quitar los parámetros de belleza establecidos a lo largo de décadas.
Por otro lado, la doctora Marisol López, socióloga y académica en la Universidad Iberoamericana, compartió que además de ser un problema de las empresas, también es de la sociedad. “Vivimos en una sociedad supuestamente incluyente, no racista, pero lo que se refuerza en todos los niveles es que si somos más blancos o más delgados, somos más bellos”, dijo.
Ambas expertas alertan que los adolescentes son los principales afectados por este tipo de herramientas. “Esto genera problemas de confianza e, incluso, dificulta las relaciones en la vida no virtual, porque no son a lo que se parecen en línea y tampoco tienen clara la diferencia”, compartió López.
“En temas de suicidio no están motivados 100% por un factor, pero claro que hay temas de depresion asociados con la poca autoaceptacion”, compartió la doctora Curiel, quien menciona que si bien se intenten combatir estos estereotipos de belleza, para los adolescentes es problemático que existan estas herramientas en los teléfonos.
Filtros de belleza: ¿una regulación pendiente?
De acuerdo con la definición de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), estos filtros no podrían considerarse discriminatorios, pues no niegan o condicionan un servicio o derecho. Por otro lado, las marcas de teléfonos sostienen que estas herramientas se pueden prender y apagar cuando los usuarios lo deseen
Pero, de acuerdo con la doctora Curiel, este argumento sólo es válido cuando se trata de un público adulto que tiene el criterio y capacidad de decisión más desarrollada. “Cuando se trata de adolescentes no, porque su autoestima está en desarrollo (...) es darle acceso a unos medios que podrían dañar su autopercepción y los fabricantes de los teléfonos deberían ser responsables en aclarar eso”, comparte.
La académica de Universidad Iberoamericana compartió que ante la falta de responsabilidad que tiene el capitalismo, el Estado debería ser el principal regulador para evitar que existan este tipo de herramientas en los teléfonos; desde promover las denuncias ante la Conapred hasta la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Aunque en la actualidad en México, no hay una regulación para este tipo de herramientas en los teléfonos, Google creó una guía titulada “Encontrando el bienestar en los filtros y selfies” para promover la transparencia y control en los retoques faciales, luego de realizar un estudio en el que encontraron que 80% de los padres estaban preocupados por las consecuencias que estaban teniendo estos filtros en sus hijos.
Esta guía surgió a raíz del “modo belleza” que incluían en sus teléfonos Píxel y que expertos en salud mental alertaron que era nocivo para los adolescentes. A su vez, también hubo una iniciativa en 2020 para obligar a los fabricantes a respetar el tono de piel, textura y forma de la cara en Android.
Aunque esta guía es para los usuarios, las recomendaciones de la compañía son la transparencia en su uso, emprender campañas de educación digital y usar lenguajes y visuales neutros; es decir, no usar palabras como “modo belleza”.