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Los niños menores de seis años también usan celulares y así los puedes cuidar

La autorregulación, el balance digital y la alfabetización digital son conceptos que se recomiendan aprender entre los dos y seis años. Te explicamos en qué consisten.
mar 19 diciembre 2023 06:00 AM
Cuando los menores tienen un teléfono inteligente, básicamente tiene Internet en el bolsillo, lejos de la mirada de los padres. (Foto: Getty Images)

¡El celular!, ¡el celular!

Ándale, mami, no seas mala

Que solo quiero jugar

Si quieres que me calme

(Préstame el celular)

Si quieres estar tranqui

(Préstame el celular)

Si quieres que no grite

(Préstame el celular)

Lo único que quiero, ¡jugar con el celular!

Este rap es cantado por los hermanos Clemente y Marcelo, mejor conocidos como “Los Macías”. Pero aunque apenas tienen cuatro y siete años, en YouTube ya cuentan con más de 730,000 suscriptores y en TikTok, con más de 240,000.

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Los hermanos Macías no son los únicos niños en internet, ni exclusivos en reclamar a sus padres el teléfono a gritos. Incluso, cada vez son más las infancias que comienzan a utilizar aparatos electrónicos a edades más tempranas.

U n estudio elaborado por la Universidad de Sevilla reveló que usualmente se les introduce a los dos años, empezando por la televisión, luego las tabletas y al último los teléfonos, y esto se debe a que los pequeños aprenden de lo que ven en su entorno.

“Aunque no me guste, ya es casi una obligación”, cuenta Eduardo Z., que tiene un hijo de cinco años. Su pequeño siempre le pide su teléfono pero, de acuerdo con él, no considera que las pantallas sean malas siempre y cuando tengan un buen uso. “Prefiero que juegue videojuegos para que desarrolle habilidades mientras se entretiene a que vea caricaturas. O en dado caso, le pido que me platique lo que vio, el nombre de los personajes, quién es el principal, cuál es su favorito y así”, explica.

Además, Healthy Children, una página creada por la Asociación Americana de Pediatras, explica que entre los tres y los cinco años los niños tienen mentes más maduras, por lo que la tecnología bien utilizada puede ayudarles a aprender habilidades lingüísticas y de lectura.

Pero no todo es positivo en el uso de la tecnología a esta edad y hay ciertos aspectos que los padres de menores de seis años deben considerar al decidir digitalizar a sus hijos.

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La autorregulación y el balance digital son aprendizajes clave

“Lo fundamental a esa edad es que los niños sepan reconocer cuando están sobreestimulados”, explica el doctor Daniel Halpern, director de EducomLab, una iniciativa dedicada en brindar un currículo de alfabetización digital escolar.

Halpern explica que lo primero que buscan enseñar a esta edad es que los niños entiendan qué les está pasando cuando están expuestos a la tecnología mucho tiempo. “¿Se les irritan los ojos? ¿se les pone roja la carita? ¿no pueden dormir? en eso se les tiene que educar para que desde chiquitos tengan una buena autorregulación y se creen el hábito del uso de la tecnología”.

Pero hay otra cosa que también buscan que los niños aprendan y es el “balance digital”, que consiste en reconocer y entender que las personas no pueden hacer todas las actividades por medio de la tecnología, como relacionarse con los demás o ubicarse. “Creemos que es difícil que una persona tenga bienestar emocional si no tiene un balance digital”, explica.

Esto porque han identificado que los principales riesgos de los niños a esta edad, además del contenido inapropiado que podrían encontrar sin supervisión, es la incapacidad de regularse y de creer que no tienen límites.

Si se acostumbran a la sobreestimulación de las pantallas, les cuesta mucho trabajo entretenerse en el mundo real o jugar con otros amigos “porque están acostumbrados a que ellos siempre pueden empezar un juego desde cero o jugar lo que ellos quieren”, dice Halpern.

Aunque Healthy Children recomienda limitar el uso de la pantalla a esa edad a una hora al día, Halpern considera que es fundamental que cuando los niños interactúen en el mundo offline jueguen donde tengan que ceder, o que el otro tenga que empezar, o el que tengan que negociar con compañeros.

¿Qué tienen que hacer las escuelas?

Las infancias no tienen que aprender a programar a los seis años, ni pueden tener pensamiento crítico para discernir la desinformación o un deepfake. Hay habilidades fundamentales que se deben aprender en cada etapa de la vida. A esto se le llama alfabetización digital y en este sentido, las escuelas pueden jugar un rol muy importante.

“No solamente porque los niños imitan muchas de las cosas que ven de sus profesores, sino más bien porque hay elementos que sí son beneficiosos para los jóvenes, que pueden aportar en su desarrollo con la tecnología”, explica Halpern.

Después de los seis años, lo que se puede aprender, por ejemplo, es a poner límites y en el caso de entornos digitales pueden ser cosas como generar su contraseña y aprender la diferencia entre el mundo público y privado.

Y conforme van creciendo, la alfabetización digital tiene que ir de acuerdo a su realidad, su desarrollo cognitivo y sus riesgos.

Por ejemplo, entre los ocho y 10 años pueden empezar a entender cómo se ven ellos mismos y explicar conceptos centrales, como la autopercepción y cómo ellos se van definiendo en un mundo online. Y el aprendizaje puede seguir conforme van creciendo, como aprender a identificar el ciberbullying, los riesgos del sexting, y así paulatinamente.

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