“Intenté cambiar la contraseña varias veces y no funcionaba, porque nunca supe bien cómo restringir su acceso a la cuenta. Después de una compra más grande, decidí decirle a una de sus tías que por favor ya dejará de hacer esas compras”, comenta Pizaña.
Además de estar bloqueado en los canales de comunicación con su exnovia, el poco ánimo por intentar hacer algo en este tema fue uno de los detonantes de que pasara tanto tiempo para decidirse a hablar con su expareja.
La mayoría de las plataformas te permiten cerrar tu cuenta de forma remota una vez que hayas cambiado las contraseñas, y en caso de que estés teniendo problemas para que esto suceda, lo que se recomienda es ponerte directamente en contacto con el centro de atención del marketplace para que cierren el acceso de nuevos dispositivos.
Un estudio de Kaspersky expone que, por ejemplo, un tercio (26%) de los mexicanos está dispuesto a compartir sus contraseñas con sus parejas como prueba de que no tienen nada que ocultar, e incluso más de la mitad (51%) conoce la contraseña del dispositivo móvil de su pareja.
Esto puede parecer una prueba de amor para generar confianza cuando todo es color de rosa en una relación, pero en términos de privacidad y ciberseguridad es considerado un hábito riesgoso, tanto para la relación como para la vida digital. Es más, los expertos advierten que el riesgo aumenta tras una ruptura amorosa o pelea, pues de un corazón roto o enojado puede nacer la venganza y conllevar a la pérdida de información, suplantación de identidad y hasta acoso digital.
Además de este tipo de prácticas, los usuarios mantienen en muchos casos contacto con sus exnovios o examigos, a través de sus cuentas de streaming y de comercio electrónico.
“Compartir con tu pareja las claves de acceso de tus cuentas personales, como de redes sociales, o dispositivos móviles por ´amor´ es una manera de eliminar los límites de privacidad de cada individuo y no solo evita construir una relación de pareja sana, sino que también nos impide tener hábitos digitales seguros y nos expone a dejar al descubierto información personal que podría ser mal utilizada”, comenta Isabel Manjarrez, investigadora de seguridad del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky.
En la escala de streaming, algunos usuarios señalan que la regla que siguen es: el que paga es el que debe de cambiar las contraseñas y no es necesario que se tenga una plática para hacer esta acción, sin embargo es posible hacer un par de acciones en caso de que la ruptura digital sea menos dolorosa.
Hugo Morales recién terminó con su pareja y decidieron migrar el perfil de Netflix a una nueva cuenta. “Resolvimos mudar el contenido, era lo más sencillo y sano”, apunta.
Aunque esta función sólo aplica en plataformas como Netflix, es relativamente sencillo de hacer. De acuerdo con la plataforma, la transferencia de perfiles permite que el miembro de Netflix y las personas que usan la cuenta del miembro transfieran un perfil a una cuenta nueva, una cuenta existente o un cupo de miembro extra.
Esta migración incluye recomendaciones, historial de contenido visto, Mi lista, progreso guardado de los juegos, configuración y más. La función de transferencia de perfiles se incluye en las cuentas siempre y cuando pertenezca a una cuenta activa, no sea un perfil de Niños, no esté protegido por PIN y no tenga asociada una dirección de email.