Cuando piensas en la Inteligencia Artificial y sus capacidades actuales, ¿todavía piensas en las imágenes con manos deformes? ¿Los videos que simulan caras de celebridades y no son capaces de crear algo coherente?
La IA va demasiado rápido y nos puede atropellar: Jon Hernández
Eso fue en 2023. En cuestión de meses, todas esas herramientas de IA han avanzado de una manera tan significativa, que probablemente ni te has dado cuenta de que en las últimas semanas has visto fotos y videos generados por IA, porque ya no es posible distinguirlas.
Jon Hernández, especialista en analizar y difundir contenido sobre la IA, estuvo presente en el primer día de Talent Land 2024 en Expo Guadalajara, para hablar sobre la realidad del pasado, presente y futuro de esta tecnología, pero sobre todo, para no subestimarla.
Cuando una IA miente o se inventa algo, le llaman alucinaciones. El problema es que suenan totalmente creíbles, y nadie sabe cómo solucionarlo.
Su charla mantuvo un tono agridulce. Por un lado, destacó el potencial de la IA para detener el cambio climático, curar enfermedades e incluso combatir la corrupción en los sistemas políticos. Sin embargo, no omitió el esparcimiento de información falsa, la pérdida de empleos e incluso (aunque está inseguro) la extinción humana.
El avance de la IA en los últimos años ha sido por fases. Actualmente, indicó Hernández, estamos entrando en la fase de los "wearables", donde llevaremos la IA en los accesorios de nuestro día a día (como lentes, mochilas y otros).
Hernández comentó, con entusiasmo e inquietud, que de acuerdo con otros expertos, 2024 será el año de la optimización de la IA, pero que los cambios más grandes vendrán para 2025 y 2026, y ni siquiera él está seguro de a qué se refieren.
“Esto va demasiado rápido, y si no nos ponemos las pilas, nos va a atropellar”, advirtió Hernández, quien habló de las llamadas “tres olas de la IA”, donde cada una es tan grande, que te impide ver la que viene detrás.
La primera ola ya la vivimos desde hace tiempo: la información falsa. Textos, fotos, audios y videos que en la actualidad, incluso para quienes se precian de ser expertos en nuevas tecnologías, ya resulta imposible reconocer si son falsos o reales. Materiales que pueden servir para cometer fraudes (como fingir un secuestro al clonar la voz de un ser querido) o incluso, poner en entredicho la confianza en algún líder político o social.
La segunda es el movimiento de empleos. Las empresas están comprobando cuánto pueden ahorrar en tiempo y recursos (incluso humanos) al integrar la IA a sus procesos. Hernández compartió el ejemplo de Klarna, una startup financiera que despidió a 700 empleados y los reemplazó con un chatbot automatizado con los modelos de OpenAI; para el negocio, los resultados fueron bastante favorables.
La otra cara de esta moneda es el surgimiento de nuevos empleos, para lo cual Hernández urgió a la audiencia a que estudien, que aprendan a usar la IA en sus proyectos, porque otros (la competencia) lo hará y puede quitarte mercado. “La discusión no debería ser si la IA va a reemplazar empleos o no”, afirmó Hernández “Sino qué hacemos para solucionarlo”.
La tercera ola, sobre la que Hernández mostró incertidumbre, es la extinción humana. Atender esta posibilidad debería ser una prioridad global junto con otros riesgos como las pandemias o las guerras nucleares.
Hernández dejó claro que ve al presente de la IA como una gran oportunidad, y a su futuro aún incierto, pero con una fuerza inminente que hará que sociedad e instituciones se replanteen modelos de trabajo y negocios que hemos dado por sentados desde siempre.