En el emprendedurismo tecnológico, una práctica común es que los fundadores de exitosas empresas, una vez cumplido su ciclo, sean parte de nuevas startups. Pasó con PayPal, cuyos creadores posteriormente hicieron posible a Tesla, LinkedIn o YouTube. En América Latina, responsables de Rappi después estuvieron detrás de compañías como Kavak, Ualá o Joker, entre otras, y este fenómeno se está replicando en el mundo de la IA.
Esta semana, John Schulman, quien fue uno de los cofundadores de OpenAI, informó que dejó la empresa para unirse a Anthropic, que es uno de los rivales directos en el terreno de la Inteligencia Artificial generativa.
Schulman fue una de las mentes más importantes en el desarrollo de ChatGPT, pues se encargó de dirigir la división de entrenamiento de refuerzo de la empresa, que es en donde se perfeccionan los modelos de IA generativa para seguir todas las instrucciones en lenguaje natural.