El reto de brindar seguridad social a los repartidores
De acuerdo con una encuesta realizada por la casa Buendía & Marquéz, alrededor de 43 millones de personas usan plataformas digitales para adquirir productos y servicios en México. La Alianza Inn comentó que estos canales ofrecen ingresos de manera independiente para 2.5 millones de personas en México.
La complejidad de brindar seguridad social a los repartidores radica en que los modelos actuales no se adaptan a su dinámica de trabajo. Por un lado, las personas que trabajan en plataformas no son reconocidos como empleados, sino como “socios”; la negativa de seguro se basa en que las apps solo ofrecen la conexión entre repartidor y consumidor, pero no son ellos quienes ofrecen el servicio de reparto.
La diversidad de trabajadores en las apps es otro factor a considerar, pues para algunos se trata de una actividad que suma a otro trabajo en el que sí tienen seguridad social; mientras que en otros casos es la única vía de ingresos.
Ortega añade que muchos de sus compañeros no trabajan con conexión en una sola plataforma, lo que también hace complejo saber cuál de todas debe cubrir los gastos de seguridad social.
“Sé de muchos (repartidores) que reparten en más de una, ya sea Rappí, ya sea Didi o Uber, y eso es lo que realmente hace atractivo nuestro trabajo. Creo que imponernos un horario para tener seguridad social sería muy complicado para muchos de nuestros compañeros”, agregó Ortega.
¿Pero entonces cómo se controlaría? El decálogo presentado por RUM propone que se contabilicen 40 horas de conexión a la semana, independientemente de si son continuas, la hora del día en que se hagan o la aplicación. Si esto se materializa, cada aplicación debería tener un contabilizador de tiempo trabajado que los repartidores puedan consultar las plataformas y autoridades comprobar.
El decálogo también contempla la seguridad vial, la no discriminación y acoso a los repartidores. Ortega señala que el objetivo es que la sociedad los contemple como parte “fundamental de la cadena corporativa de ingresos extra para los restaurantes y las aplicaciones”.
Desde la perspectiva del líder de RUM, además de la protección que la seguridad social les traería, también ayudaría a la visualización de su labor y reivindicación de la misma.
“Quizá en la pandemia fuimos vistos como ese eslabón importante. Pero pasamos de ser héroes a villanos, de llevar comida a las personas arriesgando nuestras vidas a personas mal vistas por la sociedad”, concluyó.