Resalta que también se requiere de importantes subvenciones por parte de los gobiernos. En el caso de las fábricas actuales, los gobiernos han contribuido con alrededor de 30 y 40% del costo total, además de entregar incentivos fiscales para las empresas.
En un reporte publicado por la SIA se identificó que desde 2021 se han incrementado los esfuerzos gubernamentales para apoyar la industria de semiconductores, con planes de incentivos en China, Corea del Sur, Estados Unidos, India, Japón, Taiwán, y la Unión Europea, que involucran 316,000 millones de dólares
Carlos Rebelión, coordinador del Foro de Colaboración de Semiconductores México-Estados Unidos, destaca que México no debería preocuparse por ser parte de la fabricación si existe un 70% de la cadena de valor donde hay posibilidad para explotar y generar economía de forma más inmediata, en vez de esperar el tiempo que implica levantar una fábrica completa y ponerla en operación.
Según datos del Plan Maestro para el Desarrollo de la Industria de Semiconductores 2024-230 que se presentó hace un par de semanas en Ciudad Juárez, Chihuahua, la perspectiva del país es que duplique el empleo e inversiones alrededor de los chips para los próximos cinco años y alcanzar los 10,000 millones de dólares de inyección de capital.
México tiene una oportunidad importante en la etapa de Diseño, Ensamblaje, Empaque y Validación (ATP, por sus siglas en inglés). De hecho, la planta de Foxconn que se instalará en Jalisco estará centrada en ensamblar los chips GB200 de Nvidia, que son los de última generación para Inteligencia Artificial.
De acuerdo con declaraciones que el gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus, dio a Expansión, esta nueva planta se ubicará en Tonalá, un punto considerado estratégico por su cercanía al Centro de Asesoría Escolar y Tecnológica, donde se podrá empezar a generar talento capacitado para este tipo de proyectos.
“Es la etapa de la cadena que puede instalarse más rápidamente con una inversión relativamente baja”, se puede leer en el documento, donde también se destaca que las inversiones más comunes en este sentido van entre los 300 millones de dólares hasta los 1,000 millones de dólares.
Rebellón afirma que en la etapa de ATP, México compite con países como la India, Taiwán, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, además de Polonia, que es una de las naciones más relevantes en este sentido de la Unión Europea.
Señala que en vez de medirse en un carrera con estas economías, México también debe mantener un profundo diálogo con ellas y generar lazos comerciales, porque estas naciones pueden estar interesadas en México para completar su cadena de valor.
“Son los países a los que hay que mirar qué es lo bueno que tienen y tratar de replicarlo acá, de tal suerte que la inversión se distribuya de forma más equitativa y no solo se quede allá”, concluye.