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México no fabrica chips, pero su oportunidad está en otra etapa de la cadena

Existen otras etapas en la cadena de suministro de semiconductores en donde México tiene más potencial para aprovechar esta industria, como el ensamblaje, la validación y las pruebas.
lun 28 octubre 2024 05:30 AM
México no fabrica chips, pero su mina de oro está en otra etapa de la cadena
Se espera que hacia 2030, México duplique el empleo e inversiones alrededor de los chips y alcanzar los 10,000 millones de dólares de inyección de capital.

Construir una planta de chips es un proyecto sumamente complejo y ambicioso. Requiere de inversiones multimillonarias, así como subsidios por parte de los gobiernos. Por lo tanto, pensar que México puede llegar a ser una potencia en este sentido es apuntar en la dirección incorrecta. Más bien, señalan especialistas, el país debe apostar por otras etapas en la cadena de suministro de semiconductores.

De acuerdo con datos de la Semiconductor Industry Alliance (SIA, por su sigla en inglés), el valor de la etapa de fabricación en la cadena de semiconductores representa entre 26 y 30%. Si bien es la fase que más valor representa, el 70% restante corresponde a etapas (investigación y desarrollo; diseño y validación; materiales; ensamblaje, pruebas y empaquetado, y distribución) en donde México puede tener una incidencia.

¿Cuánta inversión se requiere para una fábrica de chips?

Según cifras del documento Oportunidades del nearshoring de semiconductores en México, de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia, para construir una fábrica de chips se requieren montos de inversión superiores a los 10,000 millones de dólares.

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Resalta que también se requiere de importantes subvenciones por parte de los gobiernos. En el caso de las fábricas actuales, los gobiernos han contribuido con alrededor de 30 y 40% del costo total, además de entregar incentivos fiscales para las empresas.

En un reporte publicado por la SIA se identificó que desde 2021 se han incrementado los esfuerzos gubernamentales para apoyar la industria de semiconductores, con planes de incentivos en China, Corea del Sur, Estados Unidos, India, Japón, Taiwán, y la Unión Europea, que involucran 316,000 millones de dólares

Carlos Rebelión, coordinador del Foro de Colaboración de Semiconductores México-Estados Unidos, destaca que México no debería preocuparse por ser parte de la fabricación si existe un 70% de la cadena de valor donde hay posibilidad para explotar y generar economía de forma más inmediata, en vez de esperar el tiempo que implica levantar una fábrica completa y ponerla en operación.

Según datos del Plan Maestro para el Desarrollo de la Industria de Semiconductores 2024-230 que se presentó hace un par de semanas en Ciudad Juárez, Chihuahua, la perspectiva del país es que duplique el empleo e inversiones alrededor de los chips para los próximos cinco años y alcanzar los 10,000 millones de dólares de inyección de capital.

México tiene una oportunidad importante en la etapa de Diseño, Ensamblaje, Empaque y Validación (ATP, por sus siglas en inglés). De hecho, la planta de Foxconn que se instalará en Jalisco estará centrada en ensamblar los chips GB200 de Nvidia, que son los de última generación para Inteligencia Artificial.

De acuerdo con declaraciones que el gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus, dio a Expansión, esta nueva planta se ubicará en Tonalá, un punto considerado estratégico por su cercanía al Centro de Asesoría Escolar y Tecnológica, donde se podrá empezar a generar talento capacitado para este tipo de proyectos.

“Es la etapa de la cadena que puede instalarse más rápidamente con una inversión relativamente baja”, se puede leer en el documento, donde también se destaca que las inversiones más comunes en este sentido van entre los 300 millones de dólares hasta los 1,000 millones de dólares.

Rebellón afirma que en la etapa de ATP, México compite con países como la India, Taiwán, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, además de Polonia, que es una de las naciones más relevantes en este sentido de la Unión Europea.

Señala que en vez de medirse en un carrera con estas economías, México también debe mantener un profundo diálogo con ellas y generar lazos comerciales, porque estas naciones pueden estar interesadas en México para completar su cadena de valor.

“Son los países a los que hay que mirar qué es lo bueno que tienen y tratar de replicarlo acá, de tal suerte que la inversión se distribuya de forma más equitativa y no solo se quede allá”, concluye.

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México puede fabricar semiconductores, pero no de última generación

Si bien México no será una potencia en la fabricación de chips, eso no significa que no tenga algún tipo de participación en esta etapa. El secretario de Innovación y Desarrollo Económico de Chihuahua, Ulises Fernández Gamboa, puntualiza que el país puede participar en la creación de semiconductores legados.

Este tipo de chips, explica, no son tan complejos como los necesarios para hacer funcionar las últimas tecnologías de Inteligencia Artificial generativa, sino más bien se emplean para tareas más sencillas y de potencia de cómputo moderada.

Por ejemplo, se utilizan para las computadoras de automóviles de gama baja o también para equipos médicos y precisamente ahí reside su relevancia en México, pues es el principal país en producir este tipo de dispositivos en todo el mundo.

Una empresa nacional que busca aprovechar esta industria es QSM Semiconductores, la cual anunció tiene su sede en Querétaro, donde cuenta con un Centro de Ingeniería y un Centro de Diseño, pero que prevé comenzar la construcción de una fábrica de chips legados en 2025, la cual representará una inversión de alrededor de 9 millones de dólares.

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