La clave es la resiliencia
Gartner describe la recuperación de datos como la habilidad de restablecer rápidamente un sistema tras un fallo. Aunque muchas empresas ya usan copias de seguridad, los sistemas modernos requieren soluciones aún más eficientes para minimizar el tiempo de inactividad y las interrupciones —ya sean velocidades de carga de puntos de control o protección de múltiples sitios—.
La incorporación de un nivel de confiabilidad y resiliencia de datos a medias puede ocasionar daños irreversibles. Dado que gran parte de la sociedad depende de las redes y que no hay datos completamente fuera de alcance, es cada vez más decisivo que las empresas cuenten con programas de ciberseguridad que garanticen una respuesta rápida ante los incidentes, algo que vaya más allá de la simple protección de los activos principales en una zona aislada.
Un aspecto subestimado de la infraestructura apta para la IA es su resiliencia cibernética. Las soluciones modernas deben ofrecer características como: alta disponibilidad y confiabilidad, además de seguridad intrínseca (protección contra amenazas cibernéticas); mismas que descubran amenazas ocultas e influyan en una mejor toma de decisiones. En la era actual, cuando los datos pueden ser hackeados, filtrados y manipulados, el almacenamiento de datos opera como la última línea de defensa, una medida imprescindible para prevenir y responder ante amenazas.
Prevención, detección y análisis
Las tecnologías de colaboración de redes y almacenamiento, basadas en la solución de protección contra ransomware en múltiples capas (MRP) de Huawei, analizan los datos históricos y actuales para ofrecer una tasa de detección del 99.9% de las variantes de ransomware conocidas. Esta solución detecta cambios en la entrada y la salida y la entropía de archivos para ofrecer protección antes, durante y después del evento.
La solución MRP de Huawei ofrece el cifrado de procesos completos mediante el almacenamiento, la transmisión y la replicación para evitar la interceptación o las violaciones causadas por el ransomware. Estos recursos ofrecen protección continua de datos mediante instantáneas seguras de solo lectura que restauran los datos en momentos específicos y no se pueden eliminar, y un espacio de aire (air gap) que mantiene estas copias seguras en un entorno aislado y fuera de línea a menos que se transmitan, lo que minimiza las superficies de ataque.
Además, el almacenamiento primario y de respaldo utiliza la función “escribir una vez, leer muchas” (WORM), que evita que los datos se modifiquen una vez que se han escrito. Combinadas, estas medidas reducen la posibilidad de que sus datos estén cifrados y garantizan que la mayoría de las amenazas se identifiquen y aíslen antes de que afecten a los servicios.