De la Cybertruck a la cuchara que sala, los gadgets también son feos
La proclividad por tener productos de tecnología estética es sólo una tendencia que algunas marcas priorizan, pero otras van por funcionalidad encima de lo ‘bonito’.
La belleza es subjetiva. Para filósofos clásicos como Platón y Aristóteles, la belleza residía en la armonía, la proporción y el orden. Algo es bello si refleja un equilibrio entre sus partes. Pero para los posmodernos como Jean Baudrillard la belleza se aleja de los cánones establecidos, por lo que sugieren que lo bello puede encontrarse en lo disruptivo, lo incompleto o lo caótico. Si además esto se define por las masas, es aún más complejo de describir si algo es bello o no.
En la tecnología este tipo de corrientes también permean en el diseño de productos. Steve Jobs tenía una visión muy clara sobre la importancia estética de la tecnología y creía que el diseño no se limitaba a cómo se veía el producto sino cómo funcionaba. "La simplicidad es la máxima sofisticación", es una de sus frases más célebres, sin embargo, otras corrientes estéticas también han crecido, como el brutalismo.
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“La estética disruptiva de gadgets como la Cybertruck de Tesla podría parecer contradictoria con la filosofía tradicional, pero en realidad representa un enfoque diferente que también tiene sus raíces en una visión estratégica y cultural”, señaló Rebeca Rosenberg, CEO de Rebokeh Vision Technologies, una empresa enfocada en la inclusión de personas con debilidad visual que han creado hardware y software para este tipo de usuarios.
La Cybertruck, diseñada bajo la dirección de Elon Musk y su equipo, rompe con estas normas tradicionales y apuesta por el brutalismo, un estilo que enfatiza lo crudo, funcional y audaz. Su diseño angular, reminiscente de vehículos de ciencia ficción de los años 80, está pensado para ser provocador y polarizante, alineándose con la marca personal de Musk y la narrativa futurista de Tesla.
Frank Stephenson, un reconocido diseñador de automóviles, describió el diseño de esta camioneta como "casi repulsivo", aunque reconoció que, con ciertas modificaciones, podría alcanzar una estética más atractiva. Sin embargo, esta postura también la han tomado otras marcas y startups tecnológicas que buscan priorizar la funcionalidad por encima de ‘lo bonito’.
Rob Moser, Cheif Design Director en Whirlpool, señaló en una conferencia del CES 2025 enfocada en diseño, que ante la ola de gadgets que hay, “la diferenciación es clave y en algunos casos ante el público, puede ser percibida como una manifestación de la funcionalidad extrema del producto. Existe también este enfoque por buscar a compradores que valoran más el rendimiento que la estética”.
Uno de los diseñadores más conocidos en el sector tech es Jony Ive, quien como Chief Design Officer de Apple, fue el principal colaborador de Jobs en la creación de productos icónicos como el iMac, iPod, iPhone, iPad y MacBook. Y también compartía la obsesión de Jobs por los detalles, la simplicidad y el minimalismo. Bajo su liderazgo, el diseño de los productos de Apple se convirtió en un estándar en la industria tecnológica.
Sin embargo, Rosenberg cuestionó sobre algunos productos que pueden dar incluso miedo, como los perros robotizados que múltiples marcas han lanzado al mercado y en muchas ocasiones son percibidos por los usuarios como una amenaza.
“Estamos viendo robots, humanoides y otros productos que no hubiéramos imaginado que existieran, aunque a algunos les pueden dar miedo, a otros esta tendencia los está haciendo sentir incluidos”, precisó la ejecutiva.
Dentro del piso de exhibición de CES se pudieron ver desde cucharas que son capaces de salar la comida que podría parecer superfluos pero que buscan responder a una necesidad de salud.
Kirin diseñó la Electric Salt Spoon, una cuchara saladora diseñada junto con el profesor Homei Miyashita, de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Meiji. Las pruebas preliminares evaluaron la tecnología con palillos electrificados y estimaron una ganancia de sabor de alrededor del 50%, sin añadir ni un solo grano de sal al platillo, lo que ayuda a la salud de miles de personas en el mundo.
Pero también es más común ver robots que simulan ser mascotas o incluso humanoides que solucionan ‘la pandemia de soledad’ que reina en múltiples ciudades del mundo.
El tamaño del mercado mundial de robots humanoides se valoró en 3,280 millones de dólares en 2024 y se prevé que crezca a 66,000 millones de dólares en 2032, segñun datos de Fortune Business. Asia Pacífico es la región que domina el mercado de robots humanoides con una participación del 41.97 % en 2023.
Un robot humanoide es un tipo de robot cuya forma se asemeja a la del cuerpo humano. Actualmente, los robots humanoides se encuentran en las primeras etapas de desarrollo, sin embargo, algunos han avanzado desde la etapa de investigación y desarrollo en los últimos años, ingresando al mundo real para diversas aplicaciones, como investigación, exploración espacial, asistencia personal, educación y entretenimiento, entre otras.