Y es que si bien Apple anunció en febrero una inversión de 500,000 millones de dólares en los próximos cuatro años para el desarrollo de una nueva planta de servidores de Inteligencia Artificial, ubicada en Texas, al mismo tiempo aumentó su relación comercial con la India.
“Somos optimistas respecto del futuro de la innovación estadounidense y estamos orgullosos de aprovechar nuestras inversiones de larga data en Estados Unidos con este compromiso de 500,000 millones de dólares para el futuro de nuestro país”, dijo Tim Cook, CEO de Apple, a través de un comunicado.
Actualmente, en China se ensambla alrededor del 90% de los iPhone, pero el objetivo de Apple es trasladar el 25% de la producción a la India y así reducir el impacto de los aranceles impuestos por Trump, no obstante, se trata de una medida que no ha sido bien vista por el gobierno.
“Le dije: ‘Tim, mira, te tratamos muy bien, toleramos todas las plantas que construiste en China durante años, ahora puedes construirnos a nosotros. No nos interesa que construyas en India, la India puede valerse por sí misma… queremos que construyas aquí’”, dijo.
Como parte de sus declaraciones, Trump comentó que Apple aumentará la producción en EU, pero no reveló más detalles al respecto. Cabe recordar que la Casa Blanca había impuesto un arancel recíproco del 26% a las exportaciones indias, el cual se redujo temporalmente al 26%.
La decisión de Apple por mover su producción se debe a los potenciales impactos económicos que representarían los aranceles a China. De acuerdo con la firma, el golpe será de unos 900 millones de dólares en un solo trimestre del año.
Los analistas esperan que la compañía distribuya parte de los costos arancelarios a través de su cadena de suministro, al tiempo que mantiene los aumentos de precios al mínimo para evitar perder cuota de mercado en un momento en el que se enfrenta a una feroz competencia y ha experimentado retrasos en el despliegue de funciones clave de inteligencia artificial, como mejoras en su asistente de voz Siri.
Por otra parte, respecto al deseo de Trump de trasladar la producción a Estados Unidos, los expertos han mencionado que es un plan demasiado complejo y elevaría el precio de los dispositivos. Según estimaciones, un iPhone de 1,500 dólares pasaría a costar 3,500 dólares.