La decisión de Elon Musk de abandonar su participación en el gobierno de Donald Trump es interpretada como un giro estratégico que podría redefinir el rumbo de sus empresas tecnológicas, en especial Tesla, que enfrenta uno de sus momentos más críticos en años.
Los mercados reaccionaron con entusiasmo, las acciones de Tesla subieron más de 2% tras conocerse la noticia, una señal de alivio entre los inversionistas que veían con preocupación la dispersión del enfoque del empresario.
Tesla, que se prepara para el lanzamiento de su tan esperado servicio de robotaxis, vive su segundo año consecutivo de caída en ventas y enfrenta críticas por haber relegado el desarrollo de un modelo eléctrico asequible a favor de proyectos más ambiciosos, como los robots humanoides Optimus y la conducción totalmente autónoma.
Actualmente, la empresa está probando vehículos Model Y sin conductor en Austin, Texas, y espera entregar la primera unidad en junio, en lo que promete ser un parteaguas para su estrategia comercial. Cabe decir que Waymo ya opera automóviles en San Francisco y otras ciudades de la mano de Uber.
La salida de Musk del entorno político podría mejorar la percepción pública de Tesla, así como su relación con inversionistas institucionales.
Su desvinculación puede traducirse en una dirección más coherente y operativa en un contexto de creciente competencia en movilidad eléctrica y autónoma. La salida de su cargo público puede entenderse como una respuesta a las demandas por parte de los inversionistas que señalaban que el empresario debía prestar más atención a los negocios de sus empresas.
Mientras tanto, SpaceX mantiene un ritmo vertiginoso de lanzamientos, aunque con tropiezos. Los recientes fallos en pruebas y vuelos no tripulados llamaron la atención, pero no han frenado el impulso de la empresa, que sigue siendo la única capaz de lanzar grandes volúmenes de carga y tripulación al espacio de manera consistente.
En contraste, X sigue sin consolidarse como la “superapp” que Musk tanto ha prometido. Más allá de la integración de funciones de inteligencia artificial mediante Grok, la plataforma perdió relevancia como foro de discusión pública y enfrenta retos de monetización y moderación de contenido.
Sensor Tower reportó un incremento superior al 30% en la tasa de abandono de usuarios durante el año posterior a la adquisición y se mantiene una tendencia de descenso.
La excepción dentro del universo Musk parece ser Starlink, que ha mantenido su crecimiento exponencial.
En lo que va de 2025, SpaceX ha lanzado más de 1,000 satélites Starlink, un promedio de más de 250 al mes, alcanzando un total de más de 8,600 lanzamientos históricos y más de 7,500 satélites operativos en órbita baja.
La red ya es, por mucho, la mayor jamás construida, y su penetración en mercados rurales y países en desarrollo le da un valor estratégico creciente, tanto comercial como geopolítico.
