En ciudades como San Francisco y Phoenix, sus vehículos han tenido un 81% menos de accidentes con lesiones comparado con los conductores humanos. Sin embargo, también estos vehículos tienen retos, como el retiro de 1,200 unidades tras colisiones menores con objetos estáticos. Esto de acuerdo con datos de la propia empresa.
Las calles californianas son el campo de pruebas para empresas como Waymo, Cruise y Serve Robotics. Serve, surgida de Uber, desplegó más de 2,000 robots de entrega autónomos en ciudades de EU, y recientemente se expandió a Miami en alianza con restaurantes como Shake Shack.
Cruise, filial de General Motors, alcanzó más de un millón de millas sin conductor con un 54% menos de colisiones que los humanos, pero enfrenta un fuerte escrutinio tras un incidente donde uno de sus vehículos arrastró a un peatón. La empresa admitió haber entregado información falsa a autoridades regulatorias, lo que derivó en una multa y freno temporalmente sus operaciones en 2024.
No sólo en Occidente, Asia abre sus calles a los autónomos
En China, Shenzhen y Pekín han establecido zonas designadas para operar robotaxis con apoyo gubernamental. Baidu lanzó su sexta generación de vehículos, que reduce costos un 60% respecto a modelos anteriores, con planes de desplegar 1,000 unidades en Wuhan antes de que termine 2024. Además, planea llevar su plataforma Apollo Go a Europa, comenzando en Suiza y Turquía.
AutoX, con sede en Shenzhen, fue pionera en operar robotaxis sin conductor de seguridad. Su enfoque está en desarrollar inteligencia artificial capaz de adaptarse a situaciones reales complejas, y ya colabora con Honda para escalar estas tecnologías.
Dubái busca automatizar el 25% de su transporte público para el año 2030. Con infraestructura moderna y políticas proinnovación, con esto la ciudad se perfila como una de las capitales globales de la movilidad inteligente.