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Phoenix y SFO lideran adopción de robotaxis, México está muy lejos

Algunas ciudades en el mundo tienen políticas que impulsan este tipo de pruebas, donde compañías como Waymo de Google o Uber ya tienen coches transitando.
vie 06 junio 2025 01:00 PM
Por qué México aún está lejos de tener robotaxis en sus calles
Una buena infraestructura, pero también políticas públicas favorables hacen atractivas a ciudades como Phoenix, Austin o SFO para las pruebas de robotaxis.

Ver vehículos moverse sin un conductor es cada vez más común en ciudades como Phoenix o San Francisco, pero en otras metrópolis como la Ciudad de México o Buenos Aires es una realidad lejana.

Y es que para ser una ciudad pionera, estas urbanizaciones requieren infraestructura avanzada, regulación favorable y una fuerte inversión en tecnología.

Phoenix, Arizona, es el caso más tangible de movilidad autónoma comercial. Waymo, la empresa de Alphabet, ofrece más de 250,000 viajes semanales con sus robotaxis en esta ciudad, pero también en Los Ángeles, San Francisco y Austin. Incluso abrirá una nueva planta en Mesa, Arizona, para ensamblar 2,000 SUV autónomos listos para entrar en operación apenas 30 minutos después de que salgan de fábrica.

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En ciudades como San Francisco y Phoenix, sus vehículos han tenido un 81% menos de accidentes con lesiones comparado con los conductores humanos. Sin embargo, también estos vehículos tienen retos, como el retiro de 1,200 unidades tras colisiones menores con objetos estáticos. Esto de acuerdo con datos de la propia empresa.

Las calles californianas son el campo de pruebas para empresas como Waymo, Cruise y Serve Robotics. Serve, surgida de Uber, desplegó más de 2,000 robots de entrega autónomos en ciudades de EU, y recientemente se expandió a Miami en alianza con restaurantes como Shake Shack.

Cruise, filial de General Motors, alcanzó más de un millón de millas sin conductor con un 54% menos de colisiones que los humanos, pero enfrenta un fuerte escrutinio tras un incidente donde uno de sus vehículos arrastró a un peatón. La empresa admitió haber entregado información falsa a autoridades regulatorias, lo que derivó en una multa y freno temporalmente sus operaciones en 2024.

No sólo en Occidente, Asia abre sus calles a los autónomos

En China, Shenzhen y Pekín han establecido zonas designadas para operar robotaxis con apoyo gubernamental. Baidu lanzó su sexta generación de vehículos, que reduce costos un 60% respecto a modelos anteriores, con planes de desplegar 1,000 unidades en Wuhan antes de que termine 2024. Además, planea llevar su plataforma Apollo Go a Europa, comenzando en Suiza y Turquía.

AutoX, con sede en Shenzhen, fue pionera en operar robotaxis sin conductor de seguridad. Su enfoque está en desarrollar inteligencia artificial capaz de adaptarse a situaciones reales complejas, y ya colabora con Honda para escalar estas tecnologías.

Dubái busca automatizar el 25% de su transporte público para el año 2030. Con infraestructura moderna y políticas proinnovación, con esto la ciudad se perfila como una de las capitales globales de la movilidad inteligente.

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¿Y América Latina?

En América Latina, y particularmente en México, el despliegue de vehículos autónomos está en una fase incipiente. Aunque existen pruebas y desarrollos limitados, la región enfrenta varios retos estructurales tanto en la composición de sus calles, como una nula legislación en el tema.

Erick Guzmán, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Guadalajara, d estacó que la implementación futura podría mejorar drásticamente la seguridad vial.

“Si logramos que los vehículos autónomos se comuniquen entre ellos como un gran hormiguero, se reducirían los accidentes”, declaró Guzmán.

En cuanto a robots de entrega, hay prototipos locales equipados con IA y sensores, pero aún sin uso comercial. Entre sus ventajas están el bajo costo por entrega y la reducción de emisiones, aunque también enfrentan retos, pues no suben escaleras, circulan lento y no hay infraestructura pensada para ellos.

A nivel regional, la adopción de estas tecnologías es heterogénea. Algunos países han mostrado apertura al debate regulatorio y a la inversión en redes 5G, pero en general, la falta de marcos jurídicos y de incentivos frena el avance.

Un informe de McKinsey estima que el mercado de robotaxis y robo-shuttles podría alcanzar los 400,000 millones de dólares en 2030. Y aunque los beneficios en términos de seguridad vial o sostenibilidad son atractivos, la realidad es que a nivel global aún hay retos.

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