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Tecnología contra la comida chatarra tras regulación de la SEP

Más de 200 planteles en México han logrado adaptarse con éxito a la regulación gracias a OrderEat, una plataforma que digitaliza y gestiona las cafeterías escolares.
vie 20 junio 2025 04:00 PM
La tecnología que evita que los estudiantes coman comida chatarra en las escuelas
Una lectura de las escuelas en las que opera OrderEat arrojó que el consumo de frutas creció 94%,

El pasado 29 de marzo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) prohibió la venta de alimentos chatarra en escuelas de todo el país. El desafío no solo ha sido nutricional, sino también logístico y comercial. Padres de familia y cafeterías de escuelas tuvieron que modificar menús mientras que algunos menores intentan adaptarse a los cambios de alimentación.

Frente al reto, la tecnología podría ser una herramienta clave. OrderEat, una plataforma que permite la gestión de cafeterías, trabaja -principalmente en escuelas privadas- para cumplir la normativa sin sacrificar su viabilidad.

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“Con esta nueva regulación, la SEP busca que los niños coman mejor, por eso valora que las escuelas usen herramientas como OrderEat para demostrar que cumplen con la legislación y que realmente se preocupan por la alimentación de sus estudiantes”, afirma Matías Craviotto, CEO de la plataforma.

OrderEat nació como una iniciativa para ayudar a optimizar el funcionamiento de un comedor escolar en Uruguay y con el paso del tiempo, su extensión ha permitido que sus beneficios escalen no solo como una herramienta de consumo en escuelas privadas, sino para evitar que la comida se desperdicie.

Este servicio funciona como un software de gestión de cafeterías conectado a una app para dispositivos móviles que permite a sus clientes hacer pedidos y gestionar sus cuentas. De esta forma, los padres de familia o tutores tienen claro qué consumen sus hijos, están al corriente de sus pagos, los estudiantes evitan largas filas y las escuelas ahorran en insumos y desperdicios.

El reto del sector público

Expansión consultó a padres de familia con hijos en escuelas públicas y privadas para conocer su perspectiva sobre la regulación y cómo la tecnología podría ser de apoyo.

Para las escuelas privadas, la transición parece más sencilla. Una madre de familia cuyo hijo acude a un colegio con jornada completa comenta a Expansión que desde siempre han tenido menú saludable.

“La escuela nos informó que la regulación de la SEP no afectaría porque ya trabajaban bajo un marco saludable para la creación de menús con asesoría de la nutrióloga de la escuela. Nosotros también sabemos qué comen los niños día a día”, agrega.

Desde su perspectiva, sí podría sumar tener una aplicación que le permita a los tutores administrar el gasto en alimentos y visualizar el menú, algo que ahora hacen vía WhatsApp.

Pero esta visión contrasta con la de otra madre cuyo hijo estudia en una escuela pública. Si bien ve con ojos positivos la medida de la SEP, percibe en ella retos mayores para el sector público.

“Ya hay niños que venden dulces dentro de la escuela a escondidas, y afuera hay comida chatarra no regulada, aunque la SEP ha dicho que lo va a regular” dice.

Además expresa sus dudas sobre modelos como OrderEat en el sector público:

“No creo que funcione en escuelas públicas porque los papás ya pagamos el aseo, y los eventos de los niños y no podríamos sostener un gasto más. Me parece que es algo que se limita a funcionar bien en escuelas privadas”, refiere.

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Carrero reconoce esta barrera, pero insiste en que la solución sí puede adaptarse al contexto público.

“Tenemos escuelas desde 60 alumnos hasta planteles de miles. Lo que cambia son los dolores, pero la tecnología se adapta. Ya trabajamos con prepas públicas. Si hay una cooperativa o algún esquema de venta de alimentos, hay valor que podemos aportar” refiere el CCO de OrderEat.

En los meses que la regulación contra la comida chatarra de la SEP lleva funcionando, ya se muestran impactos positivos. Una lectura de las escuelas en las que opera la tecnológica arrojó que el consumo de frutas creció 94%, la venta de productos saludables tuvo un alza de 37%, las órdenes totales subieron 6% y la venta de comida industrializada bajó 19%.

Además, el desperdicio alimentario se redujo hasta 30%, algo que Luis Carrero, cofundador de la empresa y CCO, atribuye a la planeación anticipada y el uso de herramientas como historial de consumo, porciones dinámicas y control de inventarios.

“Ya es posible fijar alergias, restricciones, y empezar a mostrar cuántas calorías se consumen, qué tipo de alimentos y cómo se ve ese consumo semanal”, menciona Carrero.

Además de exponer los beneficios que la plataforma ha dejado en otras escuelas, Carrero menciona que organizan webinars y trabajan en construir una comunidad de apoyo frente al cambio.

Gracias al impacto positivo de la tecnología, 120 nuevos colegios se sumarán a OrderEat en el próximo ciclo escolar, alcanzando un total de 320 escuelas con presencia en 28 de los 32 estados del país. Las ciudades con mayor adopción son Monterrey, Ciudad de México, Estado de México y Guadalajara.

“El cumplimiento de la ley de la SEP no tiene por qué ser una carga operativa o financiera. Con OrderEat, las escuelas transforman el reto en una oportunidad para mejorar la salud de los estudiantes, fortalecer la relación con los padres y operar de forma más eficiente”, dice Craviotto, aunque no especificó costos.

La plataforma proyecta cerrar el año con 400 planteles activos en México y 750 en toda Latinoamérica.

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