Publicidad
Publicidad

México, a un paso de institucionalizar el espionaje militar, advierten

La Cámara de Diputados aprobó reformas que legalizan la vigilancia masiva del Ejército, lo que vulnera derechos digitales de la ciudadanía.
lun 30 junio 2025 07:26 AM
México-vigilancia-militar
Con el paquete legislativo ya aprobado en Diputados, resta ver cómo reaccionará el Senado.

La nueva regulación sobre vigilancia estatal en México legaliza prácticas antes opacas, ilegales o inconstitucionales, y pone su control directamente en manos de las Fuerzas Armadas, sin supervisión ni rendición de cuentas efectivas, de acuerdo con instituciones de derechos digitales y especialistas en ciberseguridad.

La Ley de la Guardia Nacional permite al Ejército recabar y procesar datos personales y de telecomunicaciones con fines de inteligencia lo que se califica como “una afrenta directa a los derechos y libertades mínimas en un contexto democrático”, advierte la organización Artículo 19.

Publicidad

El nuevo marco legal faculta a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a realizar tareas de inteligencia con fines de "seguridad nacional", sin necesidad de autorización judicial ni mecanismos de control independientes.

También elimina la obligación de obtener permisos judiciales para acceder a datos conservados por empresas de telecomunicaciones o geolocalizar dispositivos móviles en tiempo real. Así, se normaliza una práctica que hasta ahora se realizaba en la opacidad, pues se consolida el espionaje selectivo por parte de las Fuerzas Armadas, añade la organización.

La Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) y Artículo 19 detallan que estas técnicas no son hipotéticas y ya fueron documentadas en investigaciones como Ejército Espía , que reveló cómo Pegasus fue utilizado contra periodistas, activistas y defensores de derechos humanos sin consecuencias legales para los responsables. La impunidad, advierten, ha sido absoluta.

“Estas reformas legalizan la vigilancia por parte de las Fuerzas Armadas, al facultar a la Secretaría de la Defensa Nacional para procesar y usar información para actividades de inteligencia por “motivos de seguridad nacional”, sin que existan salvaguardas ni controles para estas atribuciones”, señaló R3D.

Las reformas no se limitan al ámbito de la inteligencia militar. Cambios a la Ley General de Población y la Ley General en Materia de Desaparición Forzada establecen la CURP biométrica como requisito para acceder a servicios públicos y privados.

Este identificador incluirá datos como huellas digitales y rostros, los cuales se alojarán en una Plataforma Única de Identidad con capacidad de consulta en tiempo real.

Este tipo de arquitectura tecnológica no solo amplía el acceso del Estado a información personal sensible, sino que también lo hace sin garantías claras de transparencia, rendición de cuentas o control independiente. En paralelo, el Senado aprobó la Ley para Eliminar Trámites Burocráticos, que introduce la Llave MX, una herramienta de autenticación digital vinculada a esta CURP biométrica.

“Los antecedentes que tienen los sistemas de gobierno evidencian que tener la centralización de este tipo de datos tan sensibles pueda poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos”, señaló en entrevista Víctor Ruíz, CEO de la compañía de ciberseguridad Silikin.

Otro de los elementos que a expertos preocupa de la reforma es que se permite a la Guardia Nacional realizar operaciones encubiertas, una facultad que había sido invalidada en 2023 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación por considerarla incompatible con derechos como la privacidad y la no incriminación. Esa restricción fue eliminada legislativamente.

Publicidad

La vigilancia como política de Estado

A diferencia de democracias consolidadas donde los servicios de inteligencia están sujetos a comisiones civiles, autorizaciones judiciales y auditorías externas, en México se avanza hacia un modelo de vigilancia institucional sin transparencia.

El nuevo marco legal incorpora de forma ambigua a “instancias de inteligencia” como sujetos facultados para acceder a datos personales, sin delimitar sus alcances ni establecer controles.

Organizaciones como Fundar, México Unido Contra la Delincuencia, y Amnistía Internacional han expresado su preocupación por la consolidación de un Estado vigilante, cuya expansión tecnológica no viene acompañada de un diseño normativo que asegure los derechos fundamentales.

Lejos de aumentar la seguridad, advierten, este tipo de legislación incrementa el poder del Ejecutivo y las Fuerzas Armadas y centraliza la información, algo que expertos en el tema de biometría han señalado como riesgoso.

“La descentralización es clave para el éxito de los protocolo, ya que evita que dependa de un único punto central que pueda provocar una falla en el sistema”, señaló en una entrevista reciente Alex Blania, CEO de Tools for Human.

El paquete de reformas fue aprobado en periodo extraordinario sin consulta ciudadana, sin discusión pública y sin Parlamento Abierto. Esto ha sido interpretado por organizaciones como una muestra del desdén del Congreso por los principios de deliberación democrática.

“No solo se imponen nuevas reglas sin discusión: se hace para blindar una estructura autoritaria en nombre de la seguridad”, advierte R3D.

¿Y ahora qué sigue? Con el paquete legislativo ya aprobado en Diputados, resta ver cómo reaccionará el Senado. Las organizaciones han hecho un llamado urgente a rechazar las reformas restantes y detener la aprobación del conjunto de leyes, que en su conjunto podrían transformar el panorama legal mexicano hacia un régimen de vigilancia estatal sin contrapesos.

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad