Sin embargo, al acceder a los procesos de reserva, los viajeros suelen compartir información altamente sensible como pasaportes u otras identificaciones oficiales. Esta exposición de datos personales ha hecho que la seguridad digital se convierta en una prioridad, el trabajo de Jumio apuntó que 74% de los consumidores globales están dispuestos a invertir más tiempo en verificaciones de identidad si eso significa mayor protección, un aumento respecto al 71% registrado en 2024.
La IA también se incorpora en fases críticas del viaje. Gupshup, por ejemplo, desarrolló un chatbot dotado de IA para conserjería de hotel que asiste al huésped desde antes del check-in, hasta después de su estancia. A través de WhatsApp, esta herramienta responde preguntas en tiempo real, ofrece recomendaciones locales y recopila retroalimentación, mejorando la eficiencia operativa en hasta un 70% y reduciendo en 30% la carga de trabajo de soporte humano.
Desde la perspectiva de Samer Atassi, vicepresidente para América Latina de Jumio, la implementación de IA deberá ir acompañada de medidas robustas de verificación, transparencia en el uso de datos y comunicación clara para garantizar que la tecnología no solo mejore la experiencia, sino que refuerce la confianza del viajero.
“El turismo y la hospitalidad ya saben cómo hacer sentir seguros a los viajeros en el mundo físico. Ahora necesitan demostrar ese mismo compromiso con sus datos personales”, afirma Atassi.
Así, mientras México es líder regional en la adopción de IA en turismo, también enfrenta el reto de generar confianza en sus sistemas digitales. La clave estará en encontrar un equilibrio entre eficiencia, seguridad, innovación y protección de datos.
“No basta con agregar capas de protección tradicional: se requieren soluciones innovadoras que equilibren seguridad y experiencia del usuario frente a las nuevas amenazas que plantea la IA”, sentenció Atassi.