Expansión con IA
Imaginar nuevos elementos en una imagen más allá del encuadre que se tomó inicialmente es una de las funciones más usadas en el mundo de las imágenes de la IA y es algo que se nota en este dispositivo, pues aprendió muy bien del desarrollo de esta herramienta desde hace un par de años.
La expansión con IA es particularmente buena cuando se trata de paisajes o cuando debe completar el cuerpo de algunas personas. Sin embargo, no es competente para crear nuevos elementos.
El primer ejemplo es una pintura y al expandir la imagen, la IA captó muy bien las pinceladas del autor para mantener ese estilo pictórico en los rellenos digitales de la imagen. No obstante, en el segundo caso, si bien completa el cuerpo de la ponente y su computadora (proceso sencillo teniendo en cuenta el reconocible diseño de las Mac), el elemento que puso a un lado del ordenador se nota artificial y, de hecho, ni siquiera se puede distinguir qué es.
Zoom y Mejora con IA
Dos funciones en las que el Honor 400 Pro me quedó a deber demasiado fueron el acercamiento digital y la mejora con IA. En el primer caso, si bien se agradece tener un telefoto (de hasta 50x) tan potente, cuando la Inteligencia Artificial entra en funcionamiento los resultados dejan mucho que desear.
En la imagen de ejemplo, las personas pierden extremidades o salen incompletas, como si se tratara de las primeras versiones de videos generados por IA en los cuales una persona perdía una pierna o brazo de un momento a otro.
Por otra parte, la Mejora con IA padece un problema de blanqueamiento de los sujetos que me hace pensar en una tecnología sesgada por los cánones de belleza dominantes. En la selfie que me hice, el resultado me pareció irreal, pues además de eliminar pecas y lunares, me puso una base de maquillaje empastada, me hizo más pequeña la nariz y me agrandó los ojos.
Generación de imagen a video
Finalmente, la generación de videos a partir de imágenes me pareció una característica muy interesante, útil y con resultados bastante impresionantes, pues es capaz de animar imágenes estáticas o bien seguir el movimiento de elementos que están en pantalla, como bicicletas o automóviles.
Un punto que considero importante en torno a la ética de esta herramienta es que cuando se solicita hacer un video a partir de la fotografía de una calle -donde aparecen personas- la tecnología les borra el rostro para evitar el uso de su identidad, algo que también hace con placas de vehículos.
De acuerdo con Honor esta función no permite realizar videos con temas políticos, religiosos o sexuales, una iniciativa relevante en un momento donde la proliferación de deepfakes se ha vuelto un problema de desinformación.
Si bien todas estas funciones necesitan internet para operar, no se requiere de un prompt para obtener los resultados, algo que aporta para el uso más amplio de la IA en segmentos de la población que probablemente no tienen el conocimiento. El Honor 400 Pro ya está disponible en México por un precio de 19,999 pesos.
La IA crece entre los smartphones
El uso de IA se ve limitado por la falta de conocimiento de los usuarios sobre si sus equipos cuentan con estas cualidades. Así lo revelan datos de The CIU, pues en la actualidad sólo cuatro de cada 10 saben de la existencia de funciones de IA en sus smartphones.
Por otra parte, el conocimiento sobre esta tecnología tampoco se refleja en su uso frecuente pues a pesar de que 54.9% de los mexicanos dice conocer la IA, apenas 18.6% la usa activamente. Sin embargo, así como las cámaras son uno de los puntos más atractivos para las personas a la hora de comprar un teléfono, la imagen es el punto de partida para las funciones de IA.
Estas herramientas buscan ser una forma de ampliar la IA en los smartphones. De acuerdo con datos de Deloitte, la proporción de teléfonos inteligentes con IA generativa entregados podría superar el 30% para finales de 2025.