Todos estos equipos, eso sí, pertenecen a la iniciativa que Mark Zuckerberg fundó el mes pasado, Superintelligence Labs, un laboratorio que incluye todas sus fundaciones, productos y equipos, además de un grupo especializado en el desarrollo de la siguiente generación de modelos de la empresa.
Un vocero de la empresa emitió un comunicado, donde explicó que esta serie de movimientos forman parte de una “planificación organizacional básica: crear infraestructura sólida para nuestros nuevos esfuerzos de superinteligencia después de incorporar gente a bordo y realizar ejercicios anuales de presupuesto y planificación”.
Hace un par de meses, Zuckerberg inició una ola de contrataciones agresivas para robar el talento de otras empresas de IA, a partir de ofertas que incluyen bonos de hasta 100 millones de dólares.
Uno de los primeros y más contundentes movimientos fue la adquisición de Alexandr Wang, exdirector ejecutivo de la startup de etiquetado de datos Scale AI, por quien Meta pagó 14,300 millones de dólares para contratarlo y obtener 49% de la startup.
Otro de los personajes principales que formarán parte de este laboratorio es Nat Friedman, exdirector ejecutivo de GitHub, y quien se encargará de supervisar los productos de IA y la investigación aplicada de Meta.
Zuckerberg también conquistó el talento de Jason Wei, quien trabajó en algunos de los modelos más importantes de OpenAI, como o3 y las funciones de investigación profunda, así como Ruoming Pang, ingeniero reconocido por ser el director del equipo de modelos básicos de Apple.
Sin embargo, eso no fue todo, pues Meta también reclutó a ingenieros de otras compañías, como Google Deepmind, Anthropic, Maya e incluso intentó robar al equipo de la exdirectora de tecnología de OpenAI, Mira Murati , pero este lo rechazó.
La pausa en la ola de contrataciones coincide con una declaración de Sam Altman, CEO de OpenAI, quien expresó su preocupación respecto a que la IA está en una burbuja con inversores sobre entusiasmados.
“Cuando surgen burbujas, la gente inteligente se entusiasma demasiado con un ápice”, comentó Altman en una reunión con periodistas la semana pasada sobre la posible formación de una burbuja financiera en torno a la IA. Sin embargo, también fue contundente al decir que “la IA es lo más importante que ha ocurrido en mucho tiempo”.
Durante la conversación, Altman incluso comparó la dinámica actual en torno a la IA con la burbuja de las puntocom, en donde se invirtieron millones de dólares en sitios de internet a finales de los 90, y el cual generó un desplome bursátil entre 2000 y 2002 al mostrar que muchas de esas compañías no generaban ingresos ni beneficios.